El bloguero Ciro Cárdenas en su columna “¿A quién pusimos en La Moneda?” se preguntaba si nos habíamos equivocado en la elección del candidato presidencial, por el viaje a Venezuela y que haya estado en la primera Guardia de Honor al lado del ataúd de Hugo Chávez, quien nunca escondió su comunismo. Y en la toma de posesión de Maduro. En fin, el bloguero estaba perplejo. No tenía alguna explicación racional. Después de todo, el actual mandatario salió electo con los votos de la Derecha conservadora liberal, que es anti comunista ante todo, salvo la Nueva Derecha. Entonces, ¿Dónde está la causa o el origen de que al actual mandatario se empeñe elogiar a comunistas? El gobierno de Chile decretó dos días de duelo, por la muerte del mandatario venezolano, quien de paso, puso todo su empeño por desestabilizar a Piñera, mientras estuvo vivo. ¿Cómo es que alguien de ‘Derecha’ homenajea, a quien despreció el modelo económico imperante en Chile y su modo de vida?
Pues bien, la propia trayectoria del Sebastián Piñera nos recuerda, primero, que ha sido de Izquierda, y, segundo, que es un infiltrado. Si fuese un actor millonario de la izquierda norteamericana, estaría peregrinando a Cuba y Venezuela, como el actor Sean Pean.
La muerte de dos comunistas chilenos nos ilustra que a Piñera siempre le ha gustado la loa de Izquierda, las cuales nunca tendrá. Sigue empeñado en esa tarea.
Las raíces demócrata cristiana del presidente de la República den alguna luz.
Después de todo, el líder Eduardo Frei Montalva, a quien tanto admira el mandatario dijo: “Peor que el comunismo, es el anti comunismo”.
El día de mañana, el actual presidente no podrá quejarse que no sabía lo que hacía o que no tuvo tiempo para enmendar. Lo sabía. La pregunta del millón: ¿Actúo por ego, por temor a la Izquierda o para que crea ésta última que es uno de los suyos?
En efecto, cuando murió el escritor y jerarca del comunismo chileno, Volodia Teitelboim, el aquel entonces presidente de Renovación Nacional (RN), Sebastián Piñera, dijo: "Con Volodia se va un gigante de nuestro país. Él va a pasar a ser parte del patrimonio de todos los chilenos, una persona de una finura, de un encanto y sensibilidad que realmente me emocionó verlo". Agregó: que "Volodia es un militante del PC, pero de una apertura de mente, tolerancia, respeto y aprecio por la diversidad, que hacía muy fácil interactuar con él". Finalmente, dijo Sebastián: "Los que estamos en la política tenemos mucho que aprender de los grandes como Volodia Teitelboim".
El escritor comunista murió creyendo que Stalin había deformado el sistema comunista que creó Lenin. Antes y después del 11 de septiembre chileno, nunca cuestionó la falta de libertad que había en el bloque soviético. Más aún, en el exilió a través de ‘La Radio Moscú’ denunciaba la violación de los derechos humanos en Chile, sin embargo, no hacía lo mismo en Rusia. El silencio otorga.
Luego, cuando murió la dirigente comunista Gladys Marín, el ex presidente de RN, Piñera dijo: “con ella se pierde algo importante de la política chilena, porque siempre luchó por causas grandes, la libertad, la democracia y la justicia”. Y agregó: “fue una mujer que luchó con coraje y siempre fue consecuente con sus ideales. Agregó que nunca vio a Marín luchando por cosas pequeñas; “siempre por cosas grandes y siempre fue decente, a veces con mucha fuerza, pero con nobleza, eso es lo que le hace falta a la política chilena”.
Lo anterior, lo hizo cuando no era presidente de la República.
Gladys Marín, que era la Camila Vallejo de la Unidad Popular igual que el escritor nunca se cuestionó la ausencia de libertad que había detrás de la Cortina de Hierro. En las noticias de la UP, hay una Gladys exultante y alegre, después de haber viajado en el paraíso comunista, donde no había “la libertad, la democracia y la justicia”.
Supongo que si muere prematuramente Vallejo, Sebastián Piñera dirá algo así: “Consecuente, demócrata, tolerante e idealista”.
Ahora bien, en su gobierno tanto en política interna como externa ha mostrado sus simpatías a la Izquierda.
Uno de los primeros guiños que hizo hacia la Izquierda fue, pues, confirmar al socialista chileno, José Miguel Insulza en la secretaria general de la OEA, a sabiendas, que el socialista admiraba ‘la democracia avanzada’ de Venezuela. Ahora el chileno de esa organización latinoamericana, según algunos, quiere ser portavoz de la CELAC.
Luego está haber participado en la creación de la CELAC, la fachada del neocomunismo latinoamericano, apoyó al dictador Raúl Castro como presidente de esa institución.
En el frente interno, también ha mostrado guiños a la Izquierda. Ratificó a Lorena Fríes del Instituto Nacional de los Derechos Humanos, hizo una visita relámpago al Museo de la Memoria y no cerró la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Interior que persigue a los militares.
Sin embargo, también hay otra explicación que tienen que ver con la psiques con p. Hace tiempo comparé al actual mandatario chileno con el villanos ‘Dos Caras’ de Batman . Según el bloguero Heitai, Sebastián Piñera sufre de ‘Transtorno histriónico de la personalidad’. Algunas de las características de esta enfermedad psicológica son: “1. No se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de la atención y 7. Es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las circunstancias”. La primera afirmación explicaría la foto, donde el mandatario está en la Primera Guardia de Honor en Caracas, Venezuela y las ‘cadenas voluntarias nacionales’, donde cualquier ministro puede informar al país, sin embargo, quien aparece en primer plano, es Sebastián Piñera. La segunda afirmación explicaría los elogios a los comunistas y su gusto por las encuestas. Igualmente, la filosofía del eneagrama nos ilustra la personalidad de Piñera : “la vanidad es la apasionada preocupación por la propia imagen, o una pasión de vivir para los ojos de los demás. El foco de interés no es la experiencia propia sino la fantasía de la experiencia del otro. "¿Cómo me está viendo el otro?" se pregunta el vanidoso. La persona se identifica con una imagen que vende…En algún momento de la niñez se frustró esa atención (ocurre en familias con muchos hermanos) y ahora esa atención se pretende conseguir mediante el cultivo de la apariencia, y del poder”.
Un buen ejemplo de personalidad múltiple fue el reciente viaje a Roma de Su Excelencia a presenciar la entronización del Papa Francisco. El actual Papa es un opuesto del matrimonio homosexual, sin embargo, el ‘católico’ Piñera durante la campaña presidencial prometió el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP) o Uniones de Hecho, que es promovido por el lobby homosexual, principalmente.
En la fauna de la Nueva Derecha hay otros peores que Piñera, y que están en la academia asesorando uno de los presidenciables del oficialismo. Ese es otro post.
¿A quién pusimos en La Moneda? A un narcisista.
3 comentarios:
Javier mucho me temo que cualquier candidato que llegua es narcisista. El asunto después es si es coherente o no.
VdB
Anónimo:
Te equivocas. No todos los presidentes son ególatras y narcisistas. El ex presidente de la vieja derecha, era de bajo perfil, ex presidente y escritor checo era humilde, Mandela, Truman.
A Piñera no le importa las ideas, le importa el poder.
Una verguenza, espero que la próxima asuma un liberal de verdad.
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