Frente a casa hay dos volquetes metálicos ubicados uno al lado del otro para toda la basura de la cuadra.
Fui testigo de la primera de estas historias ayer a la tarde y me partió el corazón. Voy a tirar la bolsa de basura, abro la tapa del contenedor con el pedal y veo que un tipo de unos treinta, treinta y cinco años estaba asomado al interior del volquete vecino comiendo algo de su interior. Lo peor de todo es que el contenedor está frente a la puerta de un instituto de estudios, así que el pobre tipo estaba rodeado de chicos que lo ignoraban mientras él sacaba sus calorías de la basura de otras personas.
La segunda historia ocurrió hoy a la noche. Cuando vuelvo a casa veo a un cartonero, en su bici y con su gancho revolviendo el contenedor. Luego de sacar algo de cartón lo acomodó en la bicicleta. Pero no termina ahí.porque el pibe no estaba solo, estaba con una chica a la que abrazó y le dio un tremendo beso contra el contenedor.
Miseria y amor, paisajes costumbristas de la argentina del siglo XXI.
8 comentarios:
Para el Indec, ellos ya son clase media-alta de hace rato.
No te imaginás por estos pagos de Caballito City,las cosas que puedo observar diariamente que hay 3 containers,en mi esquina,a media cuadra de la comisaría de la zona.
Creo que es una nueva raza o clase que se ha desarrollado unicamente en este tiempo K.
En el 2001 aún no estaban los containers,ni la gente comiendo en ellos...
Ni secuestrando perros,como lo hicieron oportunamente con el mío en el 2003 pidiéndome un rescate,
éso sí,aclarando:con lo que Usté pueda colaborar Maestro!...
Pero còmo? El modelo no es un éxito?
No sé enojen, pero a vece me pregunto si esa gente no merece la miseria por apoyar regímenes que traen la miseria. Suena cruel, pero mucho peor es el sentimentalismo demagógico.
Nicolás la gente que revuelve los volquetes probablemente ni siquiera vote.
VdB
Recuerdo que yo vivía en Rosario (sería a fines de los '80 o principios de los ´90) cuando una noche mientas pasaba caminando al lado de un montón de basura, escuché un ruido extraño. Pensé que era un perro, pero luego me di cuenta que era un tipo y estaba comiendo la basura.
Nunca antes había visto (ni escuchado) una cosa así en toda mi vida. Me dejó muy impresionado. Después, se fue convirtiendo en algo más habitual, y lo peor de todo, es que como sociedad nos acostumbramos a convivir con eso.
Pasaron muchos años, algunos gobiernos, y en general nada cambió. El pobrismo siguió su camino, y las secuelas sociales están a la vista.
O sí, algo cambió: como Santa Fe ahora tiene un gobierno progre, el tipo que como basura no la saca de bolsas mugrientas tiradas en la vereda como el que yo vi aquella noche, éstos las sacan de un container.
Sesenta años de peronismo salvo algunos intervalos de gobiernos iguales o peores.
Me resisto a imaginar el país dentro de veinte años.
Mejor ni imaginarlo, mientras esta lacra siga en el poder, creando y repartiendo miseria, nada cambiará.
Eso es el inmundo populismo.
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