28 de octubre de 2013

El regreso al año XX

Más allá de la psicótica lectura de las elecciones hecha por el kakismo, que festeja como triunfo que el 70% de los votantes haya elegido cualquiera otra opción menos el FPV, me parece que lo que emerge de manera más evidente es cómo la política argentina se ha fragmentado hacia lo distrital, con el propio FPV marcando la prevalencia de algunos líderes, referentes, o caudillos contra una lógica de alcance nacional, y donde en varias provincias la puja peronistas contra peronistas (que se inició ya en el 99 creo) remarca la extinción del PJ como partido nacional, por el mismo camino que ya transitó la UCR que si ahora da nueva muestras de vida es gracias a este emergente esquema de partido-de-distrito. 
Anoche mismo escuchaba a varios analistas comentar que esta lógica que ahora se expresa en un postulante presidencial por distrito tiene un tinte "feudal", lo mismo decía esta mañana Marcelo Longobardi, en lo que me parece que es una visión fragmentaria del fenómeno que a mi me parece bastante más parecida al que vivieron las Provincias Unidas en los años previos a la caída del Directorio que a un esquema de organización política medieval. 
Es evidente que el 75% del voto al candidato de Zamora bien puede asociarse a prácticas de vasallaje asociables a lo feudal. Pero el 47% de Cobos, el 44% de Massa, el 43% de Binner, e incluso el relativamente magro 34% de Michetti dificilmente puedan pensarse como que los tres primeros, o el jefe político de la 4ª sean mandamases feudales en sus distritos. Creo que estamos viendo el principio de un fenómeno que puede terminar con la muerte de los partidos nacionales tal como los conocemos, y eventualmente ante una crisis del gobierno federal, por la causa que sea, ponerlo ante una nueva "Liga de Gobernadores" o un eventual colapso de su representatividad. Como la que le cayó a Rondeau, aunque en ese tiempo no había ligazón constitucional. Bah, ahora creo que tampoco.  

10 comentarios:

Mariano dijo...

Impecable el análisis Blog. Si me permite, agrego que:
1) Ese voto distrital refleja el hecho de que hoy por hoy no hay un sólo tipo con una idea clara de lo que debe ser el país;
2) No es casualidad que en el 90% de la superficie del país se vote todavía con el sentido del caudillo: este tipo me da guita, me protege, lo voto.
3) La gente tiende al medio. Binner, Massa, Cobos, Michetti, representan idealmente a un político que busca concensos, que no mandará. El tiempo dirá si el próximo presidente - que no lo duden, será Massa - es otro Voldemort o bien un tipo que traerá un poco de paz al país.

Massa dijo...

Me gusto mucho el analisis. Un comentario de quisquilloso nomas: es "mandamases". :)

Pablo dijo...

Hace mucho que leo tus comentarios pro-federalismo, a veces creo yo que exageradamente nacionalistas del pago chico. Pero ahora estoy empezando a creer que algo de eso está gestándose y que a la corta va a significar que alguna o algunas provincias se enfrentes con un cada vez más voraz estado nacional

BlogBis dijo...

Pablo, yo no soy "nacionalista de pago chico", directamente soy secesionista. Quizás el único, pero sececionista.

Massa, corregido. Imperdonable desliz

Olegario dijo...

Hoy escuchaba a J.J.Llach que hablaba de un libro que está presentando, que justamente trata la cuestión de federales y unitarios en el s XXI.

La tesis que sostenía -y que yo comparto plenamente- es que si no logramos de una buena vez por todas ser un país verdaderamente federal, tampoco lograremos ser una República, porque las tensiones que genera el centralismo lleva a proyectos políticos hegemónicos y finalmente termina arrastrando a las instituciones mismas.

BlogBis dijo...

Olegario, no sabía del libro de Llach.
Mi modesta opinión es que la construcción del federalismo real es una opción de hierro, es eso o la disolución de la falsa estructura federal con la secesión múltiple

Unknown dijo...

Puesto a imaginar, dejando de lado la realidad y sus razones históricas, me encantaría que la ciudad de Buenos Aires junto con la provincia homónima se separase y que la CABA fuese solamente la capital provincial.

El sector servicios de la ciudad creo que seguiría siendo el más importante de la región y, junto con la capacidad productiva del campo y de las industrias bonaerenses, la provincia sería perfectamente viable.

Sobre todo habiéndose liberado del Estado nacional y de financiar a las provincias parasitarias del Norte y del Sur que son feudos de atraso e incultura deplorables.

El artículo de La Nación del pasado 18 de octubre escrito por Fernando Iglesias y llamado "La verdadera grieta argentina", es mucho más explicativo de lo que pienso:

http://www.lanacion.com.ar/1630107-la-verdadera-grieta-argentina

Lo único que me preocupa de una eventual secesión porteña es adónde se van a ir los cientos de miles de provincianos pobres que atrajo la Capital Nacional...

Sine Metu dijo...

A ningún lado, Enmascarado, se te van a quedar ahí mismo

Unknown dijo...

Sine, eso es precisamente lo que más me preocupa, yo se los devolvería a sus queridas provincias originarias cuyos gobernantes seguramente los rechazarían...

Wilson dijo...

@El Enmascarado No sé si la gente del interior de la provincia de Buenos Aires querría seguir asociada al Coñurbano de poder evitarlo (ya que hablamos de separatismos). Tengo la impresión de que los ven como la Pampa Húmeda ve al resto del país. Como bien dijo: "feudos de atraso e incultura deplorables".