10 de enero de 2014

Declárese

Ya saben, si algo no funciona hay que declararlo patrimonio cultural y listo el pollo.

3 comentarios:

carancho dijo...

No entiendo. El dueño no tiene derecho a cerrar si tiene ganas o si quiere arrancar con otro negocio?
Qué ridículo.

Anónimo dijo...

No hay conciencia del valor de respetar el derecho de propiedad.

No es algo que haya surgido con los Kirchner o por la influencia chavista, viene ya de hace casi 100 años.

Ya en los años 1920-1922, la Corte Suprema de entonces, minimizó la inviolabilidad del derecho de propiedad, aceptando en los casos “Ercolano c. Lanteri de Renshaw” y “Horta c. Harguindeguy” que este derecho era relativo y que el Estado podía congelar el precio de los alquileres.

Desde entonces cada vez más nos fuimos apartando de los principios liberales más básicos. Hasta en un gobierno militar como el de Onganía, se reformó el Código Civil, introduciendo instituciones como el “abuso de derecho”, y facultando a los jueces a intervenir en los contratos privados.

Los atropellos al derecho de propiedad se han sucedido tanto, que en este aspecto, estamos ubicados en los últimos puestos del ranking de paises.

No es extraño entonces que unos funcionarios municipales vean con toda naturalidad que puedan decidir sobre el inmueble de un particular con toda ligereza, en aras del “bien común” escolar.

Anónimo dijo...

La declaración como "patrimonio histórico" es pura sanata.
Mañana le caés al edicifio con las topadoras y que te agarren.