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Mientras hacía zapping pase varias veces por el canal del parlamento, que variar, transmitía seminario de ideas de Izquierda. Lo único que han hecho en este año, ya sea para justificar los llamados ‘derechos sociales’, ya sea para justificar el quebrado de sistema de reparto de pensiones europeo. El último que dieron se llamó “Next Left: Una Respuesta Progresista a la Cuestión Social”, que se efectúo, naturalmente, en Chile en noviembre pasado. El encuentro fue organizado por FEPS Next Left, la Fundación Democracia y Desarrollo, la Fundación Salvador Allende , el Renner Institut y la IGLP Escuela de Derecho de Harvard.
Estuvieron presentes el actual presidente del senado, Isabel Allende; el ex presidente socialista, Ricardo Lagos; el Presidente del Partido Socialista de Argentina, Hermes Binner; Presidente de FEPS (Foundation por European Progressive Studies), Massimo D’Alema; Presidente del Programa de Directorio de Programa de Investigación FEPS, Alfred Gusenbabuer; Osvaldo Puccio, David Keneddy.
La senadora Isabel Allende como Lagos les gusta hablar de igualitarismo, sin embargo, gracias a los contribuyentes reciben la parlamentaria un sueldo millonario, y el ex Presidente una jubilación millonaria.
El ex presidente socialista chileno, Lagos no les contó a sus invitados cómo destruyó el capitalismo en Chile durante su gobierno, cuando decidió crea ese barril sin fondo que es el Transantiago. Ejemplo de la soberbia del intelectual socialista que se cree mejor que los empresarios. O les propuso llevar a nivel mundial para así con el descontrolado capitalismo, la solución para el transporte público: “Es mejor entenderse con tres empresa que con mil”. Así se creó el actual oligopolio que conocemos en el país. A decir verdad, Ricardo Lagos resumió lo que esbozó la subsecretaria de Transporte de la época, según el diputado demócrata cristiano, Olivares : "En ese entonces, la Subsecretaría de Transportes decía que era menester entenderse con 15 empresas antes que con tres mil 500 o cuatro mil artesanos, porque así definían a los empresarios pequeños y medianos". Luego el parlamento manifestó, lo que prueba que la mente de los DC chilenos como expresé en un post es un lodazal: "muchos se dejaron llevar por esta fiebre neoliberal de muchos que estaban ahí planificando y llevando adelante el Transantiago". ¿Qué le importa a un político que haya miles de empresas que hagan chocolates, condones, martillos, relojes, poleras, zapatos, pan, automóviles, barcos, entre otras cosas?
No recuerdo que panelista habló. Mientras escribo este post, encuentro las fotos, creo, que fue el señor David Keneddy. Dueños de empresas alerta. Dijo lo siguiente. Había que acabar con la verticalidad de la empresa y los liderazgos autoritarios que hay en ella. Esa la idea que había esbozado un intelectual de Izquierda para colocarla en la agenda en los próximo meses. Hace tiempo leí un libro de administración de empresas o de economía, que enseñan en el primer año de ingeniería comercial, donde mostraban diversos liderazgos al interior de las empresas. En el sitio Indepedent, encontré que el presidente Obama en su campaña del 2012 había dicho : “Si usted posee una empresa, usted no la creó. Otros la hicieron posible”. Según marxismo unido al psicoanálisis, la familia tradicional era un reducto autoritario, ahora hay que buscarlos al interior de las empresas. Carlos Rodríguez Braun en su Diccionario Políticamente Incorrecto, cuando define Familia en términos de la Izquierda: “Horror represivo”. Luego define el ideal progresista, que es la Familia monoparental.
Las conclusiones están llenas de falacias . Llegaron a que “la economía capitalista necesita una urgente reformulación”. Tal vez sea la retroexcavadora al sistema liberal del diputado oficialista de la Nueva Mayoría.
El diputado Binner dijo: “La pobreza y la desigualdad reconocen un patrón común y homogéneo en todo el mundo, que es una economía capitalista que necesita de una urgente reformulación”.Francisco Ibero del blog panameño Panfreedom señalaba, cuando hay muchos pobres no hablan desigualdad. Sin embargo, basta que los pobres hayan salido de la pobreza con su propio esfuerzo, sin bonos como lo hace Bachelet, a los socialistas hablan de desigualdad. Más bien, es igualitarismo.
El dirigente del Frente Amplio Unen dijo: “el tema central de una agenda común debe ser la lucha contra la creciente desigualdad. La globalización no ayudó a reducirla. Cada vez menos manos concentran más riqueza y más manos quedan vacías. La reducción de la pobreza es urgente”. ¿Qué quieren? Si hay libertad, hay desigualdad.
La igualdad como hemos visto en el segundo gobierno de Bachelet es, pues, nivelar hacia abajo, ya sea con la Reforma Tributaria que es un saqueo a las personas y empresas. Y desde luego, con la Reforma Educacional que quieren obligar a los padres de la nueva clase media volver a la educación estatal de la cual se fueron. No sé como pretenden reformular el capitalismo, si la Nueva Mayoría ha ampliado el Estado, pues se crearon 70.000 nuevos puestos públicos; les parece que la Constitución protege excesivamente la propiedad privada; quieren cambiar la propiedad privada por la propiedad social y, por último, quieren acabar con los derechos humanos de primera generación: la vida, la libertad y la propiedad. Esa es la Next Left chilena: llegar al comunismo en la medida de lo posible.
Asimismo, desean retomar la idear de controlar el flujo financiero con la Tasa Tobin como dijo Binner: “controlar los flujos financieros, limitar los movimientos especulativos, y avanzar con la Tasa Tobin para gobernar la globalización”. El economista argentino, escritor y profesor de una universidad española, Carlos Rodríguez Braun nos explica en qué consiste la Tasa Tobin, en su Diccionario Políticamente Incorrecto: “Es un impuesto sobre las transacciones financieras internacionales que los enemigos de la libertad bendicen porque tendría un propósito redistributivo y que disfrazan con el nombre de tasa, menos agresivo que impuesto, pero igualmente antiliberal. También disfrazan su paternidad, atribuyéndosela al premio Nobel James Tobin, que nunca la propuso con objetivos recaudatorios, sino para disuadir la especulación más desestabilizadora”. Agrega: “Tobin, que era keynesiano pero no mentecato, apoyó el libre comercio, aseguró que la pobreza de los países pobres se origina sobre todo en esos países y no en una conjura capitalista internacional y criticó a los antiglobalizadores”. Chile es un buen ejemplo de lo que dice el Premio Nobel. Hay que comparar solamente los más de cuarenta años de socialismo con su proteccionismo y estatismo que nos condujo a la ruina y el cambio que hizo el Gobierno Militar al país que permitió a los pobres salir por su cuenta de su condición.
Asimismo, desean retomar la idear de controlar el flujo financiero con la Tasa Tobin como dijo Binner: “controlar los flujos financieros, limitar los movimientos especulativos, y avanzar con la Tasa Tobin para gobernar la globalización”. El economista argentino, escritor y profesor de una universidad española, Carlos Rodríguez Braun nos explica en qué consiste la Tasa Tobin, en su Diccionario Políticamente Incorrecto: “Es un impuesto sobre las transacciones financieras internacionales que los enemigos de la libertad bendicen porque tendría un propósito redistributivo y que disfrazan con el nombre de tasa, menos agresivo que impuesto, pero igualmente antiliberal. También disfrazan su paternidad, atribuyéndosela al premio Nobel James Tobin, que nunca la propuso con objetivos recaudatorios, sino para disuadir la especulación más desestabilizadora”. Agrega: “Tobin, que era keynesiano pero no mentecato, apoyó el libre comercio, aseguró que la pobreza de los países pobres se origina sobre todo en esos países y no en una conjura capitalista internacional y criticó a los antiglobalizadores”. Chile es un buen ejemplo de lo que dice el Premio Nobel. Hay que comparar solamente los más de cuarenta años de socialismo con su proteccionismo y estatismo que nos condujo a la ruina y el cambio que hizo el Gobierno Militar al país que permitió a los pobres salir por su cuenta de su condición.
Los socialistas agregaron: “Defendemos la economía de mercado pero no la sociedad de mercado que cosifica y fragmenta al propio hombre o mujer”. Esa es otra falacia que viene repitiendo, desde que cayó el Muro de Berlín. Falto que sacaran del baúl el concepto de alienación que les gustaba de la filosofía de Marx.
Las personas que dirigen la Fundación Salvador Allende son bastantes locas, pues por una lado se sienten orgullosas del gobierno marxista que expropió a empresas y fundos, no respeto la propiedad privada y que quiso el monopolio estatal en todos los ámbitos. Y a la vez, cuarenta y un años después dicen que defienden la economía de mercado.
1 comentario:
Cuánta locura junta.
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