29 de febrero de 2016

Mejor que siga caraórtico


Vale recordar que el caraculismo papal hacia un gobierno argentino no es nuevo.

Desde el vamos, la Asamblea del Año XIII dictaminó que las Provincias Unidas eran territorio "independiente de toda autoridad eclesiástica que exista fuera de su territorio, bien sea de nombramiento o presentación real". El experimento rivadaviano no fue abiertamente anticlerical, pero decretó la abolición del diezmo (a cambio del "sostenimiento del culto" que se mantuvo en la Constitución de 1853), y determinó que el clero se rigiera por las normas de la magistratura civil. Notablemente, Rosas mantuvo en general esta tónica, y decretó que ninguna autoridad eclesíastica podía prestar servicio sin aprobación de la autoridad civil.  De paso, vale considerar que en 1816 Pio VII había llamado a desistir de los intentos indpendentistas en la encíclica Etsi longissimo terrarum y creo (creo) que Leon XII después repudia directamente a las revoluciones independentistas por liberales y ateas. 

En años de la Confederación tampoco se llevaron bien, ya que con Alberdi como embajador en la Santa Sede, el Papa se negó a crear un diócesis para el Litoral, de manera que lo mantuvo atado a la diócesis de Buenos Aires, aunque la provincia funcionaba de hecho como un estado independiente. 
Roca subió el nivel de conflicto, principalmente gracias a la Ley 1.420 (ver el post anterior) que llevó incluso a que la iglesia dictara un anatema contra las escuelas Normales, asunto que terminó con que la República deicidió la expulsión del Nuncio Mattera y la consiguiente ruptura de relaciones que duró 15 años. 

Ya en el siglo XX, entre la llegada de Yrigoyen en 1916 y el golpe de 1930 las relaciones fueron conflictivas, con roces permanenetes por la designación de obispos. 
Casi que es recién después del golpe protofascista de 1930 que los dos gobiernos lograron entenderse. Así que resulta que en el momento en que la Argentina se independiza, cuando se da la organización Nacional, y cuando despega económicamente , la Iglesia no tiene mas bien diálogo con los gobiernos locales. 

Así que no vaya a ser que lo mejor es que Pope Francis mantenga su cara de culo. 



7 comentarios:

Sine Metu dijo...

La diócesis de Buenos Aires data de 1620.
La diócesis de Paraná fue creada por Pio ix en 1859 (Presidente Urquiza),
en 1897 León xiii crea la de Santa Fe (presidente J. Evaristo Uriburu),
y en 1934 Pío xi crea la de Rosario (presidencia de Justo).

BlogBis dijo...

Tal cual... siendo que desde septiembre de 1853 Buenos Aires era prácticamente un estaod independiente, la Santa Sede hizo que por 6 años la Confederación tuviera que negociar con un obispo en "suelo extranjero".
Mas que la Confederación implosionó en septiembre de 1861.

Olegario dijo...

No tengo ninguna duda que el progreso argentino y la mala relación con la iglesia son cosas complementarias.

Anónimo dijo...

De todos modos, eso no corre para el gobierno anterior.
He leído varias notas al respecto, y quizás la que más me cuadra es la del carpetazo. Después de la primera visita de la korrupta o poco más, el comportamiento de bergoglio de golpe se hizo muy kaskista, demasiado. Al margen de que sea un zurdo/peroncho, yo pienso que debe haber algo más.
Pero la verdad, lo que quería comentar era cómo en este blog siempre encuentran la mejor imagen para ilustrar las notas: la de la papa caracúlica es todo un hallazgo!!! jajaj felicitaciones!
Emma Peel

Anónimo dijo...

que buen repaso histórico. También se puede agregar que peron sube al poder apoyado por la iglesia y es el que restablece la enseñanza religiosa en las escuelas, matando espiritualmente a la ley 1420.
gringodejunin

Anónimo dijo...

Emma Peel: escuché la versión del carpetazo y en principio me pareció factible, pero pensándolo bien, si el carpetazo es judicial, no se quién puede juzgar al Papa pero seguro que la justicia argenta no. Y si el carpetazo es mediático y Bergoglio desmiente todo ¿a quién va a creer el mundo?.

Sine Metu dijo...

La versión de carpetazo que escuché es de carácter escandaloso y no judicial.