Esta semana el Congreso discute la propuesta presentada por el Gobierno para pagar a los bonistas. ¿Cree que sea aprobada?
Eso no lo sabremos hasta que transcurran las discusiones, las exposiciones de los expertos. Me parece que es cuando vamos a tener una percepción del chance que hay de que eso se concrete. Yo creo que va a ocurrir.
El opositor Frente Renovador apoyará el proyecto, pero no quiere que sea un cheque en blanco para Macri.
Yo creo que estas son cosas naturales de discusión parlamentaria. A mí me parece que lo que se va a hacer es resolver este problema y después se podrán enfocar en otros temas que el resto de la bancada está solicitando. Me parece que este tema sí merece una discusión propia.
El Gobierno tendrá que lograr acuerdos con todas las facciones políticas, y en especial con el sector opositor, en diferentes áreas. ¿Cómo ve este escenario de negociación?
Yo creo que eso estará definido en la elección del 2017, y en este sentido, probablemente haya una gran fragmentación política, pero no quiero afirmarlo hasta que veamos cómo evoluciona el proceso.
Mi sospecha es que habrá una gran fragmentación y en ella la fuerza gubernamental va a tener un peso importante.
Veo a la oposición sin un programa que los abarque a todos, y en este caso eso le da al Gobierno cierto margen para actuar.
¿Cuál es el efecto del acceso a los mercados de crédito en la economía Argentina?
Resolver el costo de servir esta deuda, que es aproximadamente 0,3 del PIB, va a repercutir en la normalización crediticia del país.
La normalización crediticia y la reducción de las tasas deberían compensar el costo de normalizar la deuda.
¿Como vislumbra el desarrollo hacia adelante de la economía con el nuevo Gobierno?
A mi me parece que la situación de adversidad de Latinoamérica es muy grande. Todas las economías suramericanas están sufriendo, la Argentina tiene en esas economías su mercado natural, por lo cual sufrimos esta crisis. Yo agregaría que los precios de nuestras exportaciones más tradicionales, y las commodities han caído mucho, así que a mí me parece que son varios desafíos por delante, es muy difícil, no veo forma de evitarlo.
¿Qué tanto implementará Macri políticas de libre mercado? ¿Vermos más bien una especie de mercantilismo estatal mejor manejado que bajo los Kirchner?
A medida que se rescindan regulaciones que dañan el mercado, se retire el cierre de la economía y se saquen los impuestos extravagantes se va a agilizar la recuperación de la actividad productiva y el inicio de actividades más sanas. Ahora a la par de eso, hay que incorporar la grave situación en la que está Suramérica y la costosa herencia recibida. Por eso me parece que esta será una presidencia de transición, básicamente arreglar los problemas que se heredaron.
¿Su balance sobre la gestión económica de Macri cual es?
Lo que ha hecho es desarmar esencialmente el problema de la herencia, teníamos un control de capitales disparatado, que se llamaba “cepo”, ese control era una prácticamente una barrera insuperable para invertir en Argentina, han desarmado eso, han buscado normalizar algunos excesos de tributación que había sobre nuestras exportaciones, algunos siguen, pero los más groseros fueron eliminados. Ha habido un esfuerzo en quitar la expansión monetaria, veníamos con una tasa de expansión monetaria 42%, 45% y el Gobierno ha logrado abatir esa tasa a niveles que están cercanos al 30%. En este caso ha habido un gradual descenso hacia políticas más sensatas.
“Se requiere una coalición distinta”
López Murphy señala que le gustaría “un programa de Gobierno más comprensivo, más amplio, y si se quiere, “más rápido” hacia una “economía más normal”.
“Me parece que estos pasos que se dan a veces exasperantemente graduales tienen que ver, primero, con la composición del Gobierno, y segundo, con el margen de la percepción que le da la opinión pública al sistema político argentino. Yo desearía un programa más enérgico de liberalización, de desregulación, de normalización del sector público. El problema es que esto requiere otra votación, otra coalición y otro estado de la opinión pública que no tenemos”.
¿Esto no implicaría un costo político muy grande para el Gobierno de Macri?
No, yo diría que necesita otro tipo de composición política y eso no está. Si quiere un programa que vaya hacia la economía de mercado, que vaya hacia una sociedad más abierta , más proclive a reformarse y volverse más competitiva, eso requiere una coalición distinta a la actual.
¿Qué coalición se imagina usted?
Yo creo que sería con mucho más gente que crea que lo que hay que hacer es abrir la economía, aliviar el peso del Estado sobre el sector privado, o crear un entorno regulatorio amistoso a la innovación, al emprendimiento; generar menos regulaciones corporativistas que retrasan el cambio y que consoliden el statu quo, pero eso no está en la coalición actual.
Creo que el Gobierno va a seguir este rumbo moderado, y en el fondo, después de la pesadilla que vivimos, parece una maravilla.
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5 comentarios:
Parece bastante razonable.
Yo también creo que se va a aprobar, con el acompañamiento peroncho.
Excepto, por supuesto, los infradotados kakitas.
lo insólito es que el rol de moderador lo debería tener la fuerza que salió segunda, que en cambio o obstruye o directamente se desgrana, y el que impone políticas es el que salió tercero
TRESLETRAS
Esta mañana vi un video de la participación de Espert en un programa de televisión. Pasó varios minutos tratando de explicarles a los dos periodistas que le hacían las preguntas que, más allá de si te conviene o no y de toda otra cuestión de índole práctico, a las deudas hay que pagarlas, que es lo que corresponde hacer por una cuestión de principios. Mamita querida.
No se les pase la definición para mí más importante de RLM, que este será un gobierno de transición.
A lo que agrego yo: Ni esperar nada revolucionario ni esperar que logre un segundo mandato.
Anónimo... Lo de Espert ya empieza a calificar de apostolado. Más allá de las disidencias que se pueden tener con él, resulta extremadamente cómico (de una manera íntimamente muy triste) que se tenga que poner a subrayar el enorme valor de la palabra empeñada, una y otra vez un tipo que es economista, no sociólogo o psicólogo. Pero no debería sorprender que muchos no entiendan el porqué en el mundo civilizado es importante para la prosperidad y la paz el respetar los contratos. Es una cuestión de ética, pero incluso de ética utilitaria. Si nadie puede confiar en que vas a honrar lo que prometiste, no vas a disfrutar de ningún beneficio. La confianza interpersonal es una cosa remanida en el imaginario argento. Y así estamos...
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