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El refichaje de los partidos políticos, que es producto de la nueva Ley de Partidos Políticos, ha mostrado que después de la Caída del Muro de Berlín fue necesario un Juicio de Nuremberg para proscribir una ideología criminal y totalitaria como es el comunismo. En los países europeos que estuvieron bajo la dictadura comunista, los Partidos Comunistas están prohibidos, incluso en Rusia. En un diario del Partido Comunista leí mientras esperaba el bus, que ellos han recolectado 55 mil firmas.
El partido que gobierna el país es, pues, el minoritario Partido Comunista. Tenemos desafortunadamente entre el primero entre los pares, un Presidente de la República comunista que admira el sistema de la Isla Cárcel cubana y que siente nostalgia por la ex RDA.
El PC es un grupo de fanáticos que no respetan el modo de vida de los demás, por mucho hablen de democracia. Que el país esté endeudado no les importa como tampoco los más de 100 mil empleos que se perdieron en el “Año de la Productividad’ como denomino el gobierno el 2016, debido las reformas que el país no necesita. Después de todo, conforme a lo dicho por el presidenciable de la Nueva Mayoría y parlamentario, el periodista, Alejandro Guillier “los grandes grupos económicos están bloqueando el desarrollo económico del país”. Dicho sea de paso, para los que no saben en el extranjero, Guillier es la versión masculina de Bachelet. Pura sonrisa, mientras arruina el país. Tal declaración la apoyo el presidente del PC, terrorista confeso del FPMR y parlamentario, Guillermo Teiller: "Coincido fuerte con lo que dice (Guillier): que los empresarios no han querido invertir en Chile y han ido a invertir a países con peores condiciones. Es verdad". Cuando vi las palabras de ex periodista en la portada El Mercurio de Santiago, pensé que las había dicho el parlamentario comunista.
El Partido Comunista chileno apoya la dictadura comunista y esclavista de Cuba, y además, Corea del Norte. Naturalmente, la dictadura del hambre de Nicolás Maduro, que regenta Venezuela. No hay que olvidar que ese mismo partido en el primer año del segundo gobierno de Bachelet invitó a un delegado de norcorea para que dictara charlas en las universidades sobre las maravillas de ese país.
Pues bien, para el refichaje del Partido Comunista se unió el músico chileno, Valentín Trujillo. El diputado comunista, Hugo Gutiérrez afirmó "¡Qué gran alegría! Valentín Trujillo, el admirado Tío Valentín, se incorpora al PCCh y mañana firma su ficha de ingreso". El destacado pianista chileno dijo, cuando se inscribió: “esta es una firma que significa mucho, pero la primera fue a mis 17 años cuando ingresé a las Juventudes Comunistas; y ahora con 84 años vengo cuando el partido me necesita, y aquí estoy”. El pianista y arreglista chileno trabajo en el programa Sábado Gigantes hasta que finalizo. Ahora bien, cuando el programa tuvo éxito internacional, el músico se traslado con Don Francisco, a Miami. No aprendió nada. ¿Por qué no se fue a Cuba?
Pues bien, para el refichaje del Partido Comunista se unió el músico chileno, Valentín Trujillo. El diputado comunista, Hugo Gutiérrez afirmó "¡Qué gran alegría! Valentín Trujillo, el admirado Tío Valentín, se incorpora al PCCh y mañana firma su ficha de ingreso". El destacado pianista chileno dijo, cuando se inscribió: “esta es una firma que significa mucho, pero la primera fue a mis 17 años cuando ingresé a las Juventudes Comunistas; y ahora con 84 años vengo cuando el partido me necesita, y aquí estoy”. El pianista y arreglista chileno trabajo en el programa Sábado Gigantes hasta que finalizo. Ahora bien, cuando el programa tuvo éxito internacional, el músico se traslado con Don Francisco, a Miami. No aprendió nada. ¿Por qué no se fue a Cuba?
Otro personaje del mundo del espectáculo que firmo por ese partido fue, pues, el humorista Bombo Fica, quien apoyo la nefasta Reforma Educacional que destruyó los colegios particulares subvencionados, quienes fueron obligados en convertirse en una Fundación por la tontera del lucro. Supongo que hace sus espectáculos gratis y de calidad en el Festival de Viña del Mar y en casino de esa ciudad. Si es comunista no puede lucrar. Según el humorista, su inscripción al partido de la hoz y el martillo fue una provocación: “Nunca esperé esta reacción de la gente a mi provocación social”. Como me gustaría enviarlo en un túnel del tiempo a la época de Stalin y de la Cheka, de la Revolución Cultural en China, a la Camboya de los Jemeres Rojos, sin retorno. A ver si tiene coraje de provocar a esos lugares y tiempo.
Otro personaje que se inscribió al partido que en el pasado apoyo la entrada de los tanques soviéticos a Praga es el cantante y humorista, Rafael Manuel Verdugo Bobadilla, quien fue el interprete de la canción “La Alegría ya viene”.
No me había fijado, quien también se inscribió a ese nefasto partido es el poeta y Premio Nacional de Literatura del año 2000, Raúl Zurita. Lo que no sabía es que este poeta siempre ha sido comunista. Sabía que él había estado en un barco de la Armada, después de la intervención militar que nos libro de ser país comunista. Por lo noventa conocí a la señora de Zurita, Miriam Martínez Holger, quien tenía un pequeña librería en calle Etchevers con Av. Valparaíso, en el centro de Viña del Mar. También conocí a sus tres hijos. A veces a esa señora la confundían con la abogada Laura Soto. Desde luego, que era opositora al Gobierno Militar. No sabía que la señora Miriam era artista visual. Hermana del reconocido poeta Juan Luis Martínez. Estaban separados parece en aquellos años. Según ella, después de haber estado en un barco junto con otros presos, Raúl Zurita quedo muy mal. Según él, lo torturaron. No les creo nada, porque en la Unidad Popular torturaron y flagelaron como acusa en el Acuerdo de la Cámara de Diputados, ni se inmutaron los revolucionarios marxistas leninistas. Peor, lo justificaron como el ex diputado Luis Maira.
El poeta daba entender que por casualidad lo agarraron a él siendo estudiante comunista en la Universidad Federico Santa María. El vate dijo, cuando se inscribió en el PC: "La poesía es y ha sido mi militancia”. Los escritores y artistas de la generación de Zurita creían en el cuento del arte comprometido con la política. Ahí tenemos esos grupos musicales Izquierda chilena cantando canciones en que se fomenta la lucha de clases, o sea, la envidia.
Asimismo dijo es “la ratificación de mi vida, de mi historia. Es un orgullo ser parte de un grupo humano en el cual siempre he estado, de donde nunca me he ido” , y agregó que se unió a ellos como “una muestra de respeto hacia el Partido Comunista, hacia su historia, su heroísmo cotidiano y su incontrarrestable lealtad”. O sea, Zurita avala que el Partido haya asesinado a su fundador; que fuese partidario de la ex URSS, o sea una dictadura totalitaria y los monstruos que la construyeron: Lenin, Stalin y Trosky. También ratifica que el Partido Comunista chileno haya respaldado la invasión ruso soviética a la república de Checoslovaquia. Y por último, los crímenes y atentados del brazo armado del partido comunista durante el Gobierno Militar, el grupo terrorista Frente Patriótico Manuel Rodríguez, donde salieron heridos o muertos tanto civiles como militares. La lista sigue.
La obra de Zurita tiene la influencia de la Divina Comedia de Dante Alighiere. No le basto el infierno de los mil días de la UP y lo que ve en Venezuela.
Raúl Zurita se queja porque no pudo terminar su carrera de ingeniero en la Universidad Santa María, debido al pronunciamiento militar. La Izquierda llevo al país a una situación anormal, por lo que es absurdo reclamen normalidad burguesa. Era una guerra civil o una dictadura comunista. Él quería lo segundo. Hace pocos años, esa universidad le dio el título Doctor Honoris Causa más bien por los sucesos de fin de Allende que por sus méritos literarios o científicos. Es parecido cuando la Fuerza Área chilena reivindico a unos oficiales partidarios de la UP, que les juzgo por traición a la patria, o en Pontificia Universidad Católica de Santiago, la cual le rindió un homenaje a unos profesores que fueron expulsados después del 11 de septiembre por activistas de la UP.
Una vez más tengo razón en llamar a quienes apoyaron la Unidad Popular como la Generación Maldita. Lo que más desagrada de ese gente, es que ellos sabiendo cómo fueron las Revoluciones comunistas, se quejen posando de el papel de víctimas, cuando eran los victimarios. Por tanto, si creían en una Revolución violenta, era de esperar que el otro lado reaccionaria. Sabemos que el juego de los revolucionarios y grupos terroristas de ayer como los agitadores de hoy, por ejemplo, Camila Vallejo, “La calle”, o sea, la gente de la extrema izquierda que se sale a la calle para crean un falso malestar, Boric y el Frente Amplio, es que siempre dan por sentado que el otro lado no va a actuar. O simplemente, no tienen derecho a defenderse. Pues, cuando nuestro se moviliza, cambia el juego. Los más cercano a eso, fue la marcha de los camioneros hacia Santiago, donde las autoridades estaban muertas de miedo, pues les recordó los últimas días de la UP. ¿Cuál es el propósito de esta reflexión? Es que si una persona o un grupo humano se comportan como matones, lo que menos uno esperaría es que se quejen como niñas, si reciben un puñetazo en la cara. Por eso, los de la ex UP son marimachos. E igualmente, los que pertenecieron al grupo terrorista FPMR. Hasta le hicieron una teleserie Los Archivos del Cardenal. Dedicada a los marimachos de la Izquierda chilena.
Queda claro que al poeta, al músico, al intérprete y al humorista no le importa que hay muerto cien millones de personas por esa ideología genocida.
Tanto el tío Trujillo como el poeta Zurita no vieron El Doctor Zhivago, ni menos leyeron el libro.
El título original de este post era Los nuevos conversos del comunismo. Sin embargo, me equivoqué. En realidad, el Tío Valentín Trujillo, el poeta Raúl Zurita, Bombo Fica y Rafael Manuel Verdugo son traidores de la sociedad libre. Se han beneficiado del capitalismo y quieren que el país vuelva a la Unidad Popular con el racionamiento, que es consecuencia de eliminar el mercado, o bien, desean que vayamos a la Venezuela de Maduro. Hugo Chávez admiraba a Salvador Allende y copio sus políticas. Un diputado comunista dijo por televisión que ellos querían comunismo para el país.
La diputada comunista Camila Vallejo dijo que ella tenía derecho a comprar un auto Subaru como cualquier persona. En realidad, las personas que admiran a Allende y que desprecian lo que ellos llaman ‘el neoliberalismo’ no tienen ningún derecho a usufructuar de los bienes y servicios del capitalismo. Los comunistas son iguales que los musulmanes radicales que viven Occidente y que desean imponer la Sharia islámica. A esos musulmanes habría que expulsarlos, ya que no respetan el modo de vida de los viven bajo la cultura cristiana greco romana.
Comunistas para predicar, capitalistas para cobrar y burgueses para vivir.
Ellos desean cambiar el modo de vida que a la mayoría de los chilenos les gusta.
Lo que único que merecen los personajes públicos mencionados es que sean colgados de un árbol por traidores.
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