17 de noviembre de 2017
San Juan
En 1933, cuando Agustín P. Justo era presidente de la Nación, la entonces Marina de Guerra incorporó sus primeros sumergibles, clase Settembrini modificada, comprados a Italia. Por algún motivo que no conozco acá se los conoció como "Tarantinos", porque habían sido construídos en Taranto.
El caso es que estos precarios submarinos tuvieron una actualización en los 40, y sin mayores mejoras siguieron en servicio hasta 1960 cuando en cada inmersión estaban a punto de reventar. Hay un relato escrito por el primer oficial de uno de estos barcos, que cuenta como en una misión rutinaria a fin de los cincuenta estuvieron a punto de irse al fondo para siempre, un episodio que hizo que todos los Tarantinos pasaran a reserva. Y de ahí a desguace.
La creencia de que el material militar se mantiene solo, que no necesita inversión ni actualización parece que tiene raíces antiguas.
El episodio del Irízar estuvo a punto de terminar con un buque extraordinario. Ahora, el ARA San Juan, que había navegado por primera vez hasta Ushuaia en más de 10 años, parece estar repitiendo la historia del Tarantino, pero probablemente con resultado más grave. 44 tripulantes, sus familias y el país están experimentando las consecuencias de jugar a que se tienen Fuerzas Armadas, lo que como queda visto no es un juego.
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5 comentarios:
Terrible, pobre gente. Espero que estén bien.
Me tocó intervenir en una alerta por falta de contacto de uno de los viejos submarinos Guppy, que finalmente se resolvió sin consecuencias. Me acuerdo que fueron horas horribles, peinando las olas con radar, binoculares y ojos desnudos para encontrar algo, ver un mástil, una antena, un snorkel o lo peor: una boya de rescate o una traza de combustible.
Rezo porque este caso también se resuelva sin consecuencias, y los jóvenes camaradas vuelvan a casa sanos y salvos.
Nicanor
El San Juan salió de astillero en 2014 después de un recorrido total y modernización. Supongo que los habrán hecho bien.
don blogbis, tengo a un tio en el san juan, las cosas que conto sobre el estado de estos aparatos era hasta risueño, si se permite...es como meterse en un 1114 al mar...
La mar es muy jodida siempre. Espero que vuelvan todos a casa sanos y salvos.
Eborense
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