4 de febrero de 2018

Festejen, uruguayos, festejen!



Conocí Uruguay hace más de tres décadas. En ese tiempo en Maldonado podía dejarse el auto abierto, y en las playas del Este podían quedar pertenencias desatendidas todo el día que nadie tocaba nada. En Montevideo se recorría la Ciudad Vieja sin riesgos y dificilmente aparecían noticias policiales.
Mientras tanto, de este lado del Plata vimos cómo el garantismo estúpido, la tolerancia con el delito, llevaban a la Argentina a estadíos bien tercermundistas en materia de seguridad.
Mi primer alarma sobre la situación de la seguridad ciudadana en Uruguay la tuve hace unos 10 años, cuando vi cómo reventaban vidrios a los autos estacionados en el Mercado del Puerto, prar robar bolsos del interior sin que actuara nadie para impedirlo. Desde entonces, son célebres todos los años los robos en verano, que toman notoriedad cuando el "escruche" le toca a algún famoso. Aunque no falta un día en que en robos a mano armada, que proliferan por todo el país, haya algún muerto.
Hoy veo en El País una noticia que merecería ser rosarina: en plena rambla de Montevideo dos muertos en un "ajuste de cuentas", seguramente vinculados al narcotráfico.  Los 14 años del progreso de los  "progresistas" muestra sus mejores consecuencias sociales.


3 comentarios:

carancho dijo...

¿Por qué será que los países vecinos nos copian lo peor? Uruguay el garantismo imbécil. Chile los cuentitos de hadas zurdos.
Queridos vecinos, vean la decadencia argentina. Como ejemplo es suficiente.

Anónimo dijo...

Hola, muchachos! Es un gusto pasar por acá.
De mis experiencias en el Uruguay (cuatro viajes en los últimos dos años), rescato puntos en común. El principal, y sobre el que se establecen casi todos los males charrúas, son las gestiones de Mujica. El viejo, al decir de un uruguayo amigo, nunca resolvió ninguno de los problemas estructurales que vienen aquejando al país; es más, generó mayores desigualdades y de eso no pueden salir. A la mayoría de las contingencias las fue pateando para delante, y puso foco en medidas de 'inclusión social' bastante elementales y acotadas. Por supuesto, bastó para el deslumbramiento de la progresía continental, y la adhesión por costumbre del uruguayo medio, que al decir de otro querido amigo de aquellos pagos, "aunque tenga los bolsillos llenos de plata, quiere seguir siendo pobre".
Es más, cualquier uruguayo te dice que quien hizo más por el sector agrícola ganadero en el Uruguay fueron los Kirchner; porque desembarcaron inversiones argentinas que incorporaron innovación y tecnología a los procesos productivos agropecuarios. eso movió algo al interior, pobre y rural; pero nunca superó ese impulso inicial. De otras inversiones extranjeras también se sirvieron, pero con suerte muy dispar; Mujica siempre privilegió modelos económicos más definidos por su ideología, que por la realidad a la que debía abordar.
Cuando Vázquez volvió a la presidencia, se encontró con un gobierno sin control, sin metas, sin una estructura de gestión definida y frente a aquellos problemas que fueron pulsando hasta que estallaron en una recesión de las cuales las esquirlas son estas. Falopa, violencia y degradación en general.
Yo suelo cruzarme con algunos colegas que venían embelesados con la gestión de Martínez en la intendencia de Montevideo. Siempre empardaban en virtudes a las gestiones de la capital uruguaya con Rosario, por citar un ejemplo cercano, resaltando todo el cotillón de iniciativas 'inclusivas' y 'para todxs los colectivxs', sumado al cóctel de ingredientes urbanísticos catalanes y suecos...Sin juzgar la realidad rosarina, me basta con repasar la realidad Montevideana para concluir que todo ha sido fuegos de artificio, escenografías y discursiva. Algo que también suele apreciarse por estas tierras bendecidas por el socialismo.
Francisco

Anónimo dijo...

10 en 4
En cualquier momento alcanzamos que digo a Buenos Aires o a Rosario, a Caracas!

https://www.elpais.com.uy/informacion/imparable-ola-asesinatos.html

TRISTÀN