En apenas un día, la Vaca Estúpida tuvo que pasar de decir que Daniel Reposo "hacía un excelente trabajo" a pegar un formidable recule y ordenarle al susodicho que se sentara a escribir una carta de renuncia a su candidatura como Procurador General de la Nación.
Se ve que los votos no alcanzaron, o que los peajes pedidos eran impagables, o que sencillamente no había forma de defender a semejante ladri ignorante falsificador de antecedentes después de las diez horas de papelón interpelado en el Senado.
Por las dudas, que alguien revise el CV del renunciado diariamente por lo menos durante el próximo año, no sea cosa que cuando nadie lo esté viendo aproveche para inventar que después de todo lo terminaron confirmando como Procurador General.