No debe hacer más de una semana, que en medio de un viaje en auto comentaba con un amigo justamente cómo habían fracasado las predicciones de Nicholas Negroponte.
No hubiera pasado de aquella conversación, para llegar a éste post si no fuera que hoy leo en La Nación que aquel texto, casi un libelo pro digitalizatio, es considerado como poco menos que la verdad revelada.
Debo haber leído ese librito ("Being Digital") apenas apareció. Me lo prestó Guillermo, que para entonces estaba bastante lejos de digitalizar diariamente su opinión.
Negroponte soñaba con libros virtuales, con televisión inteligente, con diarios a medida. Nada de eso cuajó. Para anticipar que los aparatos serían cada vez más chicos y más baratos no era necesario ser un genio del MIT. Para 1995 cualquiera podía ya comprar un microondas, que valía muchísimo menos que aquel primer Raytheon Radarange de 1954.
Del fenómeno blog, nada. De la prensa ciudadana, nada. De la mensajería instantánea, nada. De los wikis, foros, y etcéteras, nada. De los mensajes via celular, nada, de la telefonía satelital, nada. Creo que del GPS, nada. Y para esa época Loran, Decca y Omega eran viejos y el Transit estaba dando las hurras .
Pero sin embargo hoy está allá arriba, y cualquier perejil sueña con interpretar sus especulaciones, casi con el mismo deleite que le inventan interpretaciones a las cuartetas de Nostramus.
Negroponte, Nostradamus. Buenos nombres para profetas. lástima que sólo con mucha fe alguien puede creer que embocaron una.
argenblogs
3 comentarios:
¿Y?
Un visionario (?) este hombre. Se adelanta 10 años para saber cuáles son los gustos que ni las mismas personas conocen aún. Planificando así, ocuparía un buen lote en alguna oficina de desarrollo tecnológico de un país socialista. Me recuerda al capítulo de los simpsons que Homero encuentra al medio-hermano (chairman de una compañia automotriz en Detroit) y le diseña un auto totalmente esperpéntico, que por su fealdad y costo ($80.000) lo termina fundiendo.
che sos feo feo...
Publicar un comentario