Un responso para el Mercosur

Hace por lo menos tres años que el Mercosur agoniza. Sin rumbo, no supo convertirse en una zona de libre comercio y se quedó apenas en una unión aduanera, maltrecha y remendada a partir de los conflictos entre Argentina y Brasil, que siguieron peleando como perro y gato, por autopartes, lavarropas, zapatos, jugando el eterno juego de quién protege más a su industria y quién jode más al otro.
No es extraño que Chile jamás formalizara su ingreso, y que si atrajera a un titán de la libertad económica como Chávez, y que se especulara con integrar a Cuba.
Ahora se conoce que la unión va a recibir una puñalada en el hígado, de parte de uno de los socios menores. Paraguay está encaminado a suscribir un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Tal vez como contrprestación a otros favores, tal vez como jugada estratégica de USA para reafianzar su rol en la región. (+ )

Los cruces de palabras, cada vez más ásperos muestran que el Mercosur está herido, tal vez mortalmente. Lo que no significa que salga de escena, ya sabemos que en hispanoamérica los muertos no desaparecen, y aún cadáveres siguen molestando.


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