Independiente desde 1804, luego de haber sido la colonia más rica de Francia, Haití es el espejo en el que deberían mirarse los políticos y los dirigentes latinoamericanos para imaginar dónde puede terminar un país que arrancó con sueños modernizadores y fantasías imperiales.
El país estuvo marcado desde antes de su nacimiento por los enfrentamientos entre blancos, mulatos y negros, que determinaron la volatilidad política haitiana desde el vamos. Una especie de racismo cuántico, que llegó a clasificar a los mulatos en 32 escalas de color, y que aún perdura en la guerra de todos contra todos quees la marca genética del país.
Después de dos interminables dictaduras (Duvalier père et fil) y una sucesión de fragotes y gobiernos de cartón, el país se consolidó en su triste récord de ser el más pobre de América, sin calles, sin agua potable casi, sólo con una obstinada pasión de los haitianos por matarse unos a otros de maneras que recuerdan las guerras tribales de sus ancestros africanos.
En 2004 el presidente Aristide debió renunciar, presionado por un ejécito rebelde que había llegado a los ruinosos suburbios de Puerto Príncipe. Sin embargo nunca faltan los amantes de las conspiraciones que afirman que en realidad fue un golpe orquestado por Francia, Canadá y USA.
Lo cierto es que desde hace dos años, por disposición de la ONU se dispuso una misión de imposición de la paz por parte de cascos azules, que luego de negociaciones bastante arduas quedó principalmente en manos de países latinoamericanos. Desde entonces MINUSTAH ha logrado bastante poco. La mayor parte del contingente militar, y el comando del mismo quedó en manos de Brasil (que desde la llegada de Lula sueña con recuperar un rol protagónico en el hemisferio), además de contingentes chilenos y argentinos, complementados por pequeños números de militares de otros países.
El primer comandante de MINUSTAH, general Augusto Ribeiro Pereira recibió fuertes críticas por no lograr imponer la tranquilidad en las calles. Para colmo, en medio del caos el país fué asolado por el huracán Jeanne, duplicando las tareas de los cascos azules. Sin pena y sin gloria, y con la creciente inquietud de Estados Unidos por el fracaso en la imposición de paz, en agosto de 2005 Pereira fue reemplazado por el general Urano Texeira da Matta Bacellar.
Después de dos interminables dictaduras (Duvalier père et fil) y una sucesión de fragotes y gobiernos de cartón, el país se consolidó en su triste récord de ser el más pobre de América, sin calles, sin agua potable casi, sólo con una obstinada pasión de los haitianos por matarse unos a otros de maneras que recuerdan las guerras tribales de sus ancestros africanos.
En 2004 el presidente Aristide debió renunciar, presionado por un ejécito rebelde que había llegado a los ruinosos suburbios de Puerto Príncipe. Sin embargo nunca faltan los amantes de las conspiraciones que afirman que en realidad fue un golpe orquestado por Francia, Canadá y USA.
Lo cierto es que desde hace dos años, por disposición de la ONU se dispuso una misión de imposición de la paz por parte de cascos azules, que luego de negociaciones bastante arduas quedó principalmente en manos de países latinoamericanos. Desde entonces MINUSTAH ha logrado bastante poco. La mayor parte del contingente militar, y el comando del mismo quedó en manos de Brasil (que desde la llegada de Lula sueña con recuperar un rol protagónico en el hemisferio), además de contingentes chilenos y argentinos, complementados por pequeños números de militares de otros países.
El primer comandante de MINUSTAH, general Augusto Ribeiro Pereira recibió fuertes críticas por no lograr imponer la tranquilidad en las calles. Para colmo, en medio del caos el país fué asolado por el huracán Jeanne, duplicando las tareas de los cascos azules. Sin pena y sin gloria, y con la creciente inquietud de Estados Unidos por el fracaso en la imposición de paz, en agosto de 2005 Pereira fue reemplazado por el general Urano Texeira da Matta Bacellar.
La misión de la ONU fracasó en cuatro oportunidades para instrumentar un llamado a elecciones, postergando nuevamente el acto para el 17 de febrero. Éste fin de semana el general Teixeira da Matta apareció muerto en su habitación en Puerto Príncipe, en un aparente sucidio.
Todo se complica en un país que parece demostrar el dicho de que al perro flaco no le faltan pulgas.
argenblogs
2 comentarios:
Lo de Haití es realmente trágico. Hace poco veía un documental de la tevé canadiense en francés, con reportajes a los cascos azules canadienses, la mayoría miembros de la RCMP (o la Gendarmerie, como le dicen en Québec). Un horror, realmente. Hace acordar mucho a la África subsahariana (se escribe así?), no se si tiene arreglo en el mediano plazo.
el comentario anterior firmado por BLOGBISEXUAL fue removido, porque como he dicho más de una vez no tolero ninguna agresión hacia los autores de otros comentarios.
A BLOGBISEXUAL lo único que le puedo decir es que si le molesta tanto éste sitio no vuelva a visitarlo. Hay cientos de miles de blogs que seguro son contestes con su forma de pensar. ¿Por qué amargarse con éste?
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