31 de enero de 2006

Only in L.A. (Compilado latinoamericano Nº24)

El Milagro Cubano
Siendo que Fidel reventó todo el aparato productivo que tenía la isla, que supo ser exportadora de azúcar, y tabacos; y siendo que el petróleo que le regala Chávez y se triangula sin llegar a Cuba no le alcanza para hacer caja, inventó el negocio de la medicina, con centros para extranjeros que cobran en divisa dura. Como tampoco le alcanzó con ese dinero, se puso a fabricar "médicos" que exporta en lugar de habanos, pero que hacen bastante más daño. Hace unos días comenté aquí sobre las bondades de la cirugía ocular en Cuba, de la que son víctima principalmente los venezolanos "beneficiados" por la Operación Milagro. Las noticias que filtran los medios independientes demuestran que el milagro es volver vivo

El Gran Pagadiós Nacional
Hoy se supo que siguiendo una tradición nacional tan arraigada como el mate y el asado, la Argentina le debe tres años de cuota a la Organización de Estados Americanos.
Morosos, pero con dignidad...cuando se les reclamó por las deudas en la reunión que trata la endeble situación financiera de la OEA, el embajador argentino hizo lo que un buen garca: se escapó para adelante, pidiendo que se detalle qué se hace con los fondos de la organización.
A ver, la verdad...¿Qué opinión le merece cuando le hacen eso en el consorcio, y a cambio hay que ponerse para solventar lo que otros deben?

En casa de herrero...
Parece que en éstos días la crisis de inseguridad que es ya crónica en argentina (ergo, lo de crisis no va más) se contagió a Uruguay, donde hay desde cacerolazos a barrios que a pesar de lo que pide el gobierno, han armado grupos de autoprotección. Una muestra de la escalada delictiva es que robaron en la casa del Comisario Valmaggia, Jefe de Policía de Rocha. Y hace un tiempo, lo mismo le pasó a su antecesor. En casa de herrero, más vale poner alarma.

2 comentarios:

Dieguistico! dijo...

Un pequeño comentario respecto a la falta de pago de la cuota de la OEA: si bien un país serio no debería hacer ese tipo de "argentineadas", sería bueno preguntarnos hasta que punto nos conviene seguir siendo miembros de organizaciones como la OEA o la ONU, que no sirven para otra cosa que no sea promover el estatismo, o servir de destino final VIP de ñoquis de alto vuelo (las chantadas en organismos internacionales a veces alcanzan ribetes memorables, en el FMI por ejemplo se copiaban los informes de los distintos países, hasta que a alguien se le olvidó cambiar el nombre del país del informe original).
Por otra parte, en materia de derechos humanos, esas organizaciones suelen estar dirigidas por representantes de los países que más violaciones de los derechos humanos cometen.
En definitiva, ¿por qué mejor no abandonamos esos organismos y utilizamos el dinero de la cuota para cosas más útiles?

Louis Cyphre dijo...

Estoy de acuerdo con Diego, pero mientras sigamos siendo socios de estos clubes, debemos pagar la cuota. Si no queremos garpar más, renunciamos y después nos fumamos la plata. No al revés.