17 de enero de 2006

Reafirmando una tradición argentina

Una de las tragedias nacionales es que ningún político parece saber en qué momento se debe retirar a cuarteles de invierno. Durante años, décadas, siguen orbitando al poder, con más o menos éxito, cualquiera haya sido el resultado de su gestión.
El mejor ejemplo es Raúl Alfonsín, que eyectado de la presidencia en el 89, casi dos décadas después sigue pontificando cada vez que tiene oportunidad, y que algún micrófono vacante se le pone a tiro.
Mientras en otros países los políticos se retiran y de dedican a apoyar causas de caridad, de bien público, o a escribir sus memorias, acá en cambio se van superponiendo como capas geológicas, generación tras generación.
Entre los que les tocó ejercer la presidencia, Duhalde, Menem, y hasta De la Rua cuando lo dejan siguen dándole al fierrito.
Ahora Kirchner asegura que a él también tendremos que bancárnoslo por mucho tiempo. ¿O habrá querido anunciar así su proyecto reeleccionario?

1 comentario:

Jorge dijo...

El problema no es que quieran seguir en la política sino que muchos le siguen dando bola!!

En España Aznar, Felipe Gonzalez y Adolfo Suarez siguieron orbitando en la vida pública. Gonzalez incluso fue diputado hasta las últimas elecciones.

Pero es que una vez que volvieron al llano son unos pichis como cualquier otro.