3 de febrero de 2006

Vieron, Incrédulos!

Un año y pico atrás el Néstor fantaseaba con ver su cuadro colgado al lado del de San Martín, cuando se conociera el resultado de un mega-acuerdo estratégico que la Argentina avizoraba con China.
Trenes bala, caminos, autopistas, cientos de miles de viviendas y ¿por qué no? la cancelación de parte de la deuda externa, todo iba a venir de la mano de los nuevos amigos de oriente.

La cosa entonces quedó en nada y se convirtió en algo más que un fiasco para una administración que promete, promete mucho, pero cumple poco.

Pero Néstor no se dió por vencido. Siguió bregando y negociando en secreto, sin que la prensa ni los medios críticos pudieran arriunarle el pastel. Y hoy, sí, puede informar orgulloso que su gobierno ha logrado, finalmente, un acuerdo con los chinos.

1 comentario:

Louis Cyphre dijo...

Me hace acordar al sketch del programa de Alfredo Casero, donde en un panel se discutía si el “tren bala” era moral o no, lícito o ilícito, y si debía ser prohibido, con el actor japonés haciendo del conductor y los otros como representantes de la Liga de Madres de Familia.