31 de marzo de 2006

Nos encanta todo esto...

"Por ahora Lola,
soplá la vela Lola,
que yo apago el televisor.
Y que venga lo que venga,
para bien o mal"
Miguel Mateos - Tirá para arriba


La frase del título es de Luis, el Opinador Compulsivo, que sostiene que a los argentinos en realidad les encanta todo lo que hoy vive el país. Y habrá que creer que es cierto, a la luz de que nadie se queja.

Nadie -o casi nadie- se queja del aberrante recorte de libertad que significa prohibir perchè mi piace la prohibición de exportar carne. Alegando que se está peleando contra el hambre de los argentinos, se está, como siempre, jugando con los bienes ajenos en la convicción que el rol presidencial es el de un rey absolutista que puede hacer y deshacer a voluntad, y decidir sobre vidas y bienes de los súbditos.
Nadie se queja de la absurda guerra de las papeleras, donde cada intento de encontrar una solución lógica y razonable es jaqueada por un berrinche oficial, de un gobierno que celebra cada titular favorable en los diarios como un triunfo inoxidable
Practicamente nadie se queja de la cínica reelaboración de la Historia, que da amparo a que sin contención alguna, siga madurando el huevo de la serpiente.
Muchos menos aún se detienen a analizar la creciente discrecionalidad de funcionarios, aún los de segundo y tercer orden, que fieles al modelo oficial deciden desde incautaciones sin juicio, a suspensiones de espectáculos, sólo para agradar a la opinión pública. Un celo que por otra parte no se empeña en defender ni el orden legal, ni las libertades constitucionales, generando un clima donde para defender su quintita cualquiera hace lo que quiere.


Al contrario, la gran mayoría celebra la "defensa de la soberanía" que se ejerce contra la racionalidad uruguaya, la defensa de "los intereses de los trabajadores" que se aseguran con asado barato, miles y miles enjugan sus lagrimas de cocodrilo golpeándose el pecho al son de la nueva historia oficial, y tantos millones y millones se distraen con la TV, mientras la República, y el ordenamiento constitucional que le dio origen se deshacen como un castillo de arena que se lleva la marea.

Y lo peor, nos encanta todo esto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bergman no lo podria haber escrito mejor!

Luciano A. Cingolani dijo...

Brillante! (tu artículo, no lo de los argentinos).

Para tu envidia y la de los demás visitantes del blog, estuve ocho días en Brasil Y ZAFE DE LA MUGRE DE 24 DE MARZO!!!