27 de abril de 2006

Inversión, modelo K

Desde hace tres años el gobierno Kirchner viene implementando una política de matonismo desembozada con las empresas prestadoras de servicios públicos, que cargan con el baldón de ser las "privatizadas", y en consecuencia las expoliadoras del pueblo en el imaginario popular argento, que no recuerda que en los años del alfonsinato la corriente eléctrica se cortaba tres veces al día, la presión de agua no alcanzaba para llenar ni un balde, hablar por teléfono por larga distancia era de ciencia ficción, y para esperar una línea nueva había que caer en esa estafa gerenciada por el estado que se llamó Plan Megatel.

Desentendiéndose de los perjuicios operativos que se causaron manteniendo tarifas en pesos de 2001, contra insumos dolarizados, el gerente del modelo K (el arquitecto-brujo y ministro de Bienestar de la Planificación Social Federal, José López De Vido) con sus secuaces, dispusieron desde sus despachos cuánto debía perder o ganar cada empresa, mediante amenazas permanenetes de resciciones de conceciones o ajustes contractuales unilaterales e inapelables. A cambio, propusieron para los nuevos contratos, siempres otorgados a Empresarios K, un insólito modelo de concesión por el cual el estado se reservaba para sí la inversión en mejoras y ampliaciones de manera de acumular más y más caja, siendo que las obras prometidas o se hacen a cuentagotas o jamás llegan.

Ahora que la red eléctrica está al borde de su capacidad, que las reservas petroleras y de gas están mermando por falta de inversión, y una vez que se han quedado con unas cuantas prestadoras en sus manos, los pibes K deciden que es el momento de aumentar tarifas para fomentar inversión. Eso sí, obviamente el cajero va a ser siempre el mismo: El Gran Estado Argentino, a través de Gran Arquitecto, que ahora, repitiendo su política "exitosa" asegura que aunque el petróleo alcanza un valor récord, en la Argentina no hay motivos para que aumenten los combustibles.

(El Opinador, también se ocupa del tema)

1 comentario:

Anónimo dijo...

El mecanismo que usan para mantener el precio de los combustibles es totalmente perverso, ya que le fijaron a las petroleras un precio equis para el barril de petroleo, y la diferencia entre ese valor y el real se lo compensan como crédito fiscal, de manera que mientras la gente vive en una nube de pedo pagando la nafta a 0.8 dólares el litro, la diferencia se la está poniendo el estado (todos, bah) a las empresas, que están haciendo una pelota alucinante.

Carlos F. - Santa Fe