En los años ochenta, la esperanza de la progresía latinoamericana estaba puesta en la "Revolución Sandinista", que parecía encaminada a convertirse en una réplica cuabana, con un cabecilla que al igual que Fidel, le encantaba pasearse de uniforme verde oliva.
Guardo todavía un pin de la Brigada Libertador San Martín, que me regaló un compañero de facultad que se fue a cosechar café para ayudar a la revolución.
Los nicaraguenses dieron un ejemplo, expulsando por la vía pacífica a esos aprendices de tiranos, y vuelven a dar otro ejemplo ahora, cuando buscan sentar a Daniel Ortega y sus secuaces ante un tribunal por el asesinato masivo de indígenas miskitos, a los que el ejército sandinista desplazó de sus tierras para evitar que asistieran a los Contras.
Yo soy de los que cree que los derechos humanos son de todos. Vamos a ver qué dice al respecto el imperialismo mediático vigente, que al contrario, piensa que sólo algunos muertos merecen memoria y justicia.
4 comentarios:
El desastre que hizo esta gente, sinceramente aterrador. Inflación galopante, se dispararon como nunca los índices de pobreza e indigencia, mortalidad infantil, desnutrición, enfermedades que se habían erradicado, etc.
Y ahora parece que Ortega vuelve a la presidencia. Pero no debemos preocuparnos, esta vez seguro sale bien.
Esperemos que un día Chávez termine igual, procesado y encarcelado.
VIVA EL COMANDANTE CERO
Brigada Ollie North
"the writing is on the wall"
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