En 1936, al iniciarse la guerra civil española la Argentina no se quedó de brazos cruzados ante la catástrofe humanitaria que se generó. Igual que se ve hoy en El Líbano, miles de personas pugnaban por escaparse de las hostilidades, especialmente los ciudadanos extranjeros que quedaron entre dos fuegos.
Los puertos españoles fueron cerrados, y la única presencia naval era a través de buques de guerra. Además de los buques de Alemania e Italia -quasi beligerantes- sólamente se acercaron a asistir a los refugiados buques ingleses, franceses, norteamericanos y argentinos.
Casi nadie conoce la odisea de dos buques de la Armada Argentina, el Torpedero ARA Tucumán y el Crucero ARA 25 de MAyo, que incluso bajo ataques aéreos, rescataron en conjunto a unas 1500 personas.
Hoy, el "país en serio" que tenemos, no movió un dedo para asistir a los connacionales en riesgo. Muchos salieron de Beirut en un buque de guerra griego, y otros llegaron ayer a Buenos Aires, rescatados por la Fuerza Aérea de Chile.
En 1936 gobernaba el país Agustín P. Justo, uno de los "malos" de la Nueva Historia Oficial. De la Argentina que se jugó para darle seguridad a ciudadanos argentinos, americanos, y a españoles de ambos bandos, incluso poniendo a buques de la flota "in harm's way", nos separan setenta años y una enorme brecha de decadencia. Eso si, la actual desaprensión oficial por la seguridad de los argentinos, se equilibra porque el gobierno se comprometió a mandar al Líbano su políticamente correcta ayuda humanitaria. Lo único que falta es que la compra de insumos, para los Cascos Blancos, también la dirija el Superministro De Vido.
2 comentarios:
Sos todo un historiador, Ruben. Asi, con perspectiva historica todo se ve tan claro.
Ay, jóven! A todas les dirá lo mismo!!
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