Entrevista de Perfil

La semana pasada me llamaron dos veces para entrevistarme por mis opiniones respecto a la tenencia de armas. Uno de los llamados fue de un productor de Endemol, que está preparando un nuevo programa de TV, Blog, que conducirá el ex vivo de CQC DanielTognetti, que me invitó a participar del programa para exponer la postura que explicito en mi sitio. Le dije que aceptaba la propuesta, pero que en base a lo que sabía le había ocurrido a otros que se habían prestado de buena fe y habían sido editados hasta alterar totalmente lo dicho, sólo participaría si me daban la oportunidad de opinar en vivo.
El siguiente contacto fue de un tal Federico Aguila, del Diario Perfil (nada de diario en realidad, ya que sólo los domingos). El motivo era encontrar alguien que expusiera la posición de los tiradores, y la excusa era -como suele suceder en estos casos, un hecho policial desgraciado como el del chiflado que la emprendió a tiros en Belgrano.
Telefónicamente me preguntó cuál era la postura de los tiradores, en conjunto, sobre el tema. Primero le aclaré que mis opiniones son exclusivamente personales, porque aparentemente le inquietaba saber en qué clase de conciliábuilos podíamos andar como grupo. En tres minutos le expuse lo central de mis convicciones: que la tenencia de armas es un derecho amparado por la constitución, y que todos los que detentamos la condición de Legítimos Usuarios somos los que como dice el Art.21 cumplimos con las "las leyes que al efecto dicte el Congreso y a los decretos del Ejecutivo Nacional" que éste menciona. Le remarqué que detrás de una muy progresista intención decorada con buenas intenciones, se oculta un solapado intento de ingeniería social, que le resumí en dos líneas: así como hoy quieren prohibir la tenencia de armas, mañana pueden, con el mismo argumento de apelar al bien común, prohibir libremente las ideas.
El artículo salió hoy. El autor se detuvo en detalles que al respecto son menores, como mi identificación política, y en conjunto es apenas algo más de la información sesgada que vemos habitualmente, incluyendo lo de definir a la NRA como "ultraderechista", demostrando que el pobre pibe Aguila en materia ideológica está afectado por el mismo maniqueísmo que cunde en la sociedad argentina, dónde nadie se anima a pasar más allá del insulso "centro", y donde jugarse y decir algo que suene ligeramente a políticamente incorrecto es pecado mortal.
Una lástima, porque en general, el diario muestra una actitud atípica en los medios argentinos, y afronta temas tabú lejos del discurso establecido.