En una de las tantas tergiversaciones de la historia argentina, Juan Manuel de Rosas se adueñó de la defensa del federalismo para instaurar un feroz sistema centralista, en el que no sólo le coartó a las provincias las posibilidades de tener sus propios puertos, reconcentrando la actividad económica en el Puerto de Buenos Aires, y sobre todo, imponiendo a sangre y fuego gobernadores en las provincias que le fueran total y absolutamente fieles.
El actual modelo K, en cierta manera está transitando el mismo camino. Ya se hizo del poder del legislativo nacional, no le hizo falta dibujar sonrisas de oreja a oreja a facón, como a su predecesor. En cambio las sonrisas, mas discretas, fueron obtenidas con transas y compensaciones en metálico. Una mazorca bastante más civilizada, por cierto.
Sobre la justicia ni siquiera le hizo falta el billetazo, ya que los jueces cambiaron de servilleta en el primer round.
Ahora se inicia el tercer paso para afirmar las bases del proyecto centralizador. Igual que Don Juan Manuel, el Néstor ahora inicia su embate hacia las provincias.
La historia argentina demuestra que aún con todo encarrilado, los zapateos de los gobernadores más poderosos pueden hacer temblar al más pintado. Por eso, el poder K se encamina a sembrar con sus candidatos a las provincias más grandes.
El tránsfuga (por definición) de Solá aspira a volver a bobernar Buenos Aires, a pesar de la limitación constitucional. En Córdoba, el Néstor ya se ha apalabrado a los dos rincones del cuadrilátero, por lo que o De la Sota, o Juez le dan lo mismo.
Y le queda Santa Fe. Acá la cosa se dirime entre dos bandos, o el peronismo o el socialismo. El candidato nattural del peronismo santafesino, Carlos Reutemann, parece que decidió abstenerse. El castrista Obeid no puede aspirar a la reelección. Todo apuntaría en este caso a que cerrando un ciclo de 24 años, el peronismo perdería la provincia a manos del insulso Binner, poniendo a la familia socialista a cargo de la provincia.
El actual modelo K, en cierta manera está transitando el mismo camino. Ya se hizo del poder del legislativo nacional, no le hizo falta dibujar sonrisas de oreja a oreja a facón, como a su predecesor. En cambio las sonrisas, mas discretas, fueron obtenidas con transas y compensaciones en metálico. Una mazorca bastante más civilizada, por cierto.
Sobre la justicia ni siquiera le hizo falta el billetazo, ya que los jueces cambiaron de servilleta en el primer round.
Ahora se inicia el tercer paso para afirmar las bases del proyecto centralizador. Igual que Don Juan Manuel, el Néstor ahora inicia su embate hacia las provincias.
La historia argentina demuestra que aún con todo encarrilado, los zapateos de los gobernadores más poderosos pueden hacer temblar al más pintado. Por eso, el poder K se encamina a sembrar con sus candidatos a las provincias más grandes.
El tránsfuga (por definición) de Solá aspira a volver a bobernar Buenos Aires, a pesar de la limitación constitucional. En Córdoba, el Néstor ya se ha apalabrado a los dos rincones del cuadrilátero, por lo que o De la Sota, o Juez le dan lo mismo.
Y le queda Santa Fe. Acá la cosa se dirime entre dos bandos, o el peronismo o el socialismo. El candidato nattural del peronismo santafesino, Carlos Reutemann, parece que decidió abstenerse. El castrista Obeid no puede aspirar a la reelección. Todo apuntaría en este caso a que cerrando un ciclo de 24 años, el peronismo perdería la provincia a manos del insulso Binner, poniendo a la familia socialista a cargo de la provincia.
El peronismo, sin candidatos de valía, y sin confianza en la fidelidad dels ocialismo, recurre entonces -igual que el rosismo- a poner a amanuenses grises pero fieles. No por nada, suenan como candidatos Rossi y el ex caganciller Bielsa. Cualquiera de los dos, en la Casa Gris, sería trágico para una provincia que se ha constituído en verdadero motor económico del país.
Pero nadie hace nada para cambiar las cosas, ni siquiera se queja, de este nuevo avasallamiento del orden establecido en la constitución, que convierte a uno de los Estados que dio origen al país en un feudo, a gobernar por alguno de los bufones de la corte.
3 comentarios:
Fijate lo que dijo en Rosario:
Fíjense, el Intendente Municipal y el Gobernador lo saben, después de esta ley voy a poder adecuar la partida para hacer la costanera de Rosario, una obra de 30 millones de pesos que tenemos parada porque no podemos adecuar la partida, después de esta ley la vamos a poder hacer. Después de esta ley vamos a poder hacer los dos tramos que nos faltan de la Ruta 9, que tenemos que adecuar también 200 millones de pesos para poder hacerla; vamos a poder avanzar con la rapidez que la Argentina necesita, con la rapidez, con la cristalinidad que estamos administrando los fondos de nuestra patria, como corresponde para que lleguen a la clase media, a los que menos tienen, a los empresarios, a los trabajadores, para devolver la movilidad social perdida en nuestro país.
El tipo dice que sin centralismo no habrá obras federales.
OXIMORON
Malú Kikuchi hizo una comparación parecida hace unos días. De terror, sinceramente.
Alguien me puede decir donde esta llendo nuestro superhabit??, recien leí en www.adnmundo.com que cerramos junio con un balance positivo de 957 millones
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