Cualquiera que en estos últimos tiempos haya que tenido que lidiar con albañiles, pintores, plomeros, o peor aún con arquitectos, se habrá dado cuenta que los valores de todos los rubros de la construcción se han ido al carajo disparado.
Sin embargo, mientras los materiales superan los costos en dólares de la época del 1 a 1, todos los índices marcan aumentos ínfimos. Hasta ahora, que los que dibujan los porcentajes han señalado que la construcción duplica a la inflación.
Antes del receso de verano, con un amigo (y doble colega, en realidad, porque también es docente) nos sentamos en el bar de la Facultad a estimar cuánto habían aumentado los costos de obra en un año. Nos ayudaba que cada uno tenía en la mano facturas, presupuestos y comprobantes de idénticos rubros, con 11 y 12 meses de diferencia. Grosso modo, nos dió entre el 22% y el 25% según ítems.
Ahora el INDEC (supongo que antes del copamiento K) sumó para el año el 19.8%. Que alguien me explique que alquimia se usa para que ese aumento no incida en el índice de precios al consumidor. No me van a decir que la familia tipo nio pinta, ni arregla, ni techa.
Y, no. Capaz que en la Argentina K, no.
2 comentarios:
"Se han disparado al carajo" queda mejor
Rubén, una vivienda en condiciones no forma parte del modelo cubano de bienestar y felicidad plena.
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