La semana pasada la revista dominical del New York Times contó la historia de una ex-marinera que estando en la Armada (además de dos violaciones) fue víctima de un ataque con explosivos, mientras prestaba servicio en Iraq. Algo bastante extraño, porque jamás estuvo destinada allí.
La "disculpa" que publica el diario es fabulosa: "it is now clear that Ms. Randall did not serve in Iraq, but may have become convinced she did".
De las violaciones alegadas, tampoco hay constancia.
El nuevo género de periodismo ficción está haciendo capote. En la misma línea, Sine Metu recomienda un éxito: "En cinco años se hablará del milagro argentino".
Dentro de unos años sin ponerse colorados los periodistas escribirán "Ahora está claro que el milagro económico no se dió, pero la señora Nofal pudo haber estado convencida de que el mismo iba a existir".
(visto en Barcepundit)
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