26 de marzo de 2007

Otra vez el Patagón

Desde que publiqué un artículo sobre el engendro conocido como Patagón, inventado por los genios del Ejército K, siguen llegando visitas al blog gracias a búsquedas sobre este artefacto.
Esa nota original, de noviembre de 2005 describía someramente a la criatura, un aparato absolutamente desfasado para las actuales condiciones del campo de batalla, falto de opto-electrónica, pobre en artillería, y escaso en protección y survivability.
En estos días las búsquedas sobre el cacharro se han multiplicado, supongo que porque no hace más de diez días el Ejército volvió a “presentarlo” en sociedad. Esas cosas que pasan en Argentina, que significa que la misma obra se inaugure dos veces, se licite tres y probablemente se haga ninguna.
Mientras Bendini se regodea con sus aparatos que emplean la misma tecnología que en la Guerra de los Seis Días, en Chile, donde se ha sabido aprovechar inteligentemente la reducción de stocks europeos, se están recibiendo los primeros Leopard 2. Es doblemente significativo, porque con la incorporación de los enormes “gatos”, (60 toneladas, blindaje compuesto, cañón de ánima lisa de 120mm) los Leopard 1 que hasta ahora operan en el norte, irán a las unidades del sur, donde jubilarán a los AMX 30, primos mayores del los vetustos AMX 13 que le cedieron sus torres a los Patagones.
Lo mejor del caso es que los esperpentos sobre oruga de Bendini y K cuestan unos 500.000 dólares por unidad, mientras los 118 Leo 2 de Chile se pagaron 124 millones de dólares, apenas el doble , a pesar que en utilidad militar, prestaciones, equipamiento y tecnología los primeros no tienen ni para empezar contra los segundos.

Como referencia, AMX 13 versus Leo 2 (aunque al Patagon del AMX sólo le queda la torre

2 comentarios:

Anónimo dijo...

500 lucas por esa basura?
Cuando le llegue el día, a los muchachos K no les van a alcanzar los tribunales para tanto curro.

Francisco P.

Anónimo dijo...

Una sugerencia para la Fuerza Aérea:

agarren un Pulqui II, alarguen su fuselaje empalmándole uno de Skihawk, pónganle la turbina de un Mirage I, usen la aviónica de los Fightinghawk y, con el tradicional ingenio que nos caracteriza a los argentinos, obtendrán un aparato de última generación que será la envidia de las otras FF.AA.

Volar, lo que se dice volar, no sé si volará. Pero les permitirá tener un proyecto llamado MECOUNHUÉ que sonará a telúrico mapuche, patagón u ona. En realidad, esta seudo palabra mapuche es un acrónimo que significa ME COSTÓ UN HUEVO y que refleja la sensación del ciudadano argentino ante los avances de la tecnología castrense.

Cuando se me pase la risa ante el Patagón, enviaré sugerencias para la Armada acerca de cómo recuperar la fragata Sarmiento y la corbeta Uruguay y transformarlas en un práctico overcraft y un portahelicópteros para el disfrute de la Infantería de Marina.


YO (el enmascarado)