Dos noticias que pintan la realidad política regional.
En Cuba, Fidel se pone en contra de los biocombustibles. Obvio, vivió décadas del petróleo ruso, y cuando la Revolución languidecía la revivió el petróleo del payaso venezolano. Así que ahora se pone a contrapelo de la progresía y sostiene que usar soja o caña para hacer combustibles sólo beneficia a los ricos, va a condenar a millones al hambre, y es -previsiblemente- otro plan nefasto de Estados Unidos.
Mientras tanto en Uruguay, ANCAP investiga las posibilidades de abastecer su mercado interno regasificando GLP (que llegaría por barco, desde países diversos, como Argelia, Qatar, Indonesia y Trinidad y Tobago). La busqueda de alternativas al gas natural, que compra vía gasoductos tiene dos raíces: desconfianza en la Argetnina como proveedor, después de ver cómo se trató a Chile, y lo que ya consideran un fracaso del proyectado "anillo energético" que ina a unir a todos los "hermanos bolivarianos".
1 comentario:
Cada día me gusta más que Tabaré sea el presidente de Uruguay (pido mis sinceras disculpas a los urguayos que lo padecen).
De más está decir que no me lo bancaría si fuera mi presidente -aunque lo prefiero antes que al mamarracho del Néstor- y mi posición ideológica es diametralmente opuesta a la suya.
Pero lo que me llena de satisfacción es que el resto de los idiotas latinoamericanos se muerden la lengua por descargar contra él toda su diatriba pero no lo pueden hacer porque es "progre".
Si fuera Batlle el actual presidente ya tendríamos tomos de agresiones en contra de su persona y del "neoliberalismo".
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