Si este gobierno, que ha abundado en excusas, autocomplacencias, e indicadores amañados, y ha empleado todos los recursos idiomáticos para trasvestir derrotas en victorias, dice los resultados de sus políticas son "un total y absoluto fracaso" hay que asustarse.
Claro, hace un tiempo que los narcos peruanos que operan en Buenos Aires se vienen amasijando sin frenos. Algo parecido a lo que pasa desde hace años en la periferia de Santa Fe, de Mendoza, e incluso acá en Rosario donde la guerra entre "Monos" y "Garompas" es una versión a escala de las guerras de los narcos en las favelas cariocas.
Llevamos años sin campañas de prevención. Siete u ocho, si mal no recuerdo. El Ministerio de Salud en estos años se ha ocupado del aborto, de salud reproductiva, de las donaciones de órganos compulsivas, todo muy lindo y progre. Pero no de la cuestión de la droga.
Llevamos años sin radares, sin ley de derribo, y con jueces que impiden procedimientos en cada oportunidad posible. Décadas de negocios para estructuras que ya tienen ramificaciones en las policías, la justicia y seguramente en las fuerzas de seguridad federales.
Ahora cuando la narcodelincuencia está a las puertas de las ciudades, parece que se avivan.
1 comentario:
En realidad yo leo la noticia desde otro punto de vista: critican la persecucioón a tenedores y usuarios porque se joden el negocio. Es vox populi la relación de la política bonaerense con el tráfico a pequeña escala en Villas y barrios modestos.
Félix
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