A un mes de la inauguración, diez muertos

En 2005, la Argentina tuvo casi tres muertos diarios en ocasión del trabajo. No es un número inventado, sino que proviene de las estadísticas de las SRT.

Sin embargo, enterarse de una catástrofe como la de ayer en Madryn no deja de golpear. Diez muertos, hasta ahora, aplastados por casi trescientas toneladas de hormigón.

Aunque todavía los medios nacionales no han dado muchos detalles del accidente, se sabe que lo ocurrido fue el derrumbe de una cubierta conformada por losetas de hormigón premoldeado, aunque llamar "losetas" a piezas de casi cuatro toneladas parece imapropiado.

68 de estas piezas estaban ya en su sitio, y se trabajaba en el posicionamiento de la 69 cuando se produjo el accidente. Soplaban 50 km/h de viento, nada raro en la Patagonia pero demasiado para operar una grúa con esa carga suspendida. No me extrañaría que se haya cortado la linga, soltando la pieza que hizo que una buena parte de las losetas se haya caído como un castillo de naipes, arrastrando a los operarios que estaban arriba y aplastando a los que trabajaban más abajo.

El accidente ocurrió a un mes exacto de la fecha de inauguración oficial, prevista para el 20 de julio con la presencia del Néstor (lo informa Clarín, ver barra lateral). No me extrañaría que apretados por el incumplimiento del cronograma de obra, alguien haya apurado el trabajo aún en condiciones inseguras.

En fin. Así somos. Vale más un acto de campaña que la vida de 40 hombres.