6 de agosto de 2007

Aníbal y el desarme

Hace unos días al impresentable Caníbal Fernández se le salió la cadena y trató de "tarados" "estúpidos" y "comprados" a periodistas de América 2 que se atrevieron a mostrar cómo se compran armas en las villas y se las despacha en el RENAR sin preguntas y a cambio de efectivo. El video puede verse en Mienten.com.ar . Es increíble que un ministro no tenga la menor idea sobre los detalles de la ley de desarme, y llegue a confundir tenencia con portación, y se arrogue alegremente tener "la opinión de la sociedad".
Sobre el desarme civil, la gente de La Historia Paralela me pidió una opinión a la que le destina la columna del invitado del día.

5 comentarios:

Louis Cyphre dijo...

Rubén, insisto, el grado de improvisación de este gobierno, de incompetencia voluntaria, es realmente escalofriante. Ni para intendente de algún pueblo del interior.

Anónimo dijo...

Demostración práctica del significado de muchas palabras, se me ocurren en este momento "decadencia" y "perversión".
Lo que no extraña es que el video haya tenido que cambiar varias veces de nombre y servidor porque "extrañas" manos lo han hecho desaparecer, primero de google videos y después de otro servidor cuyo nombre no recuerdo.

Los "jovenes idealistas" de hace 30 años no pierden las mañas.

¿Quo vadis?

Cogito Argentum dijo...

Que patotero barato este Fernandez, a los 5 minutos desde que empezo a hablar ya no pude escuchar mas.

Anónimo dijo...

Al final, lo dicho por el Ministro no hace más que avalar el contenido de la nota. Llama "método científico" a una encuesta a 807 personas monitoreada por la Red Argentina para el Desarme, curiosamente fuente de los supuestos valores de mercado negro de las armas.

"Por la boca muere el pez"... Alguno de sus asesores le podría haber dicho que "no aclare porque oscurece"

Digo... Los argentinos somos demasiado pacientes ¿No?

Javier

Anónimo dijo...

Un capo Fernandez!!!
Para él si algo esta hecho con apoyo de varios grupos se transforma automáticamente en infalible.

Hasta un tarado se da cuenta de que no tiene idea de que habla, pero el tono es tan de patotero que impide cualquier tipo de repregunta.

Nadie será capaz de decirle "y a mi que carajo me importa que a ud. le de bronca!".

El nivel de paranoia de estos tipos es increible.

Un impresentable.