En casi clavado que quienes se declaran "progresistas" sean a la vez apasionados defensores del garantismo mal entendido que cunde en materia penal. Estos defensores de las causas políticamente correctas también se constituyen en encendidos defensores de cualquier causa indigenista.
Habría que ver cómo se concilia en la mente progre que, sin intervención de la justicia formal se imponga la pena de muerte, y se obligue al padre del condenado a ejecutar la sentencia.
3 comentarios:
¿Cómo se les ocurren esas cosas tan aberrantes?
¿Será algo genético?
mas bien, atávico
lo que se dice primer mundo
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