En un nuevo episodio de su farsa revolucionaria, el payaso venezolano ha decidido cambiar la hora del país, pero modificándola treinta minutos.
La explicación tiene fuerte fundamento científico: el actual sistema de husos horarios "es dictado por Estados Unidos". Sorprende cada día más el Imperio, que logró definir un criterio mundial para establecer la hora ya en 1876, y encima usando como agente a un canadiense.
Ahora, los venezolanos van a tener una hora propia, que no coincidirá con la de ningún otro país del hemisferio. Ah, salvo Cuba.
1 comentario:
Seguro que Luis ( The Opinator) lo conoció en Québec a Sandord Fleming.
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