En los últimos años las aguas del río Paraná se han poblado de unos buques extrañísimos. Se parecen a graneleros o aceiteros comunes y corrientes, pero les falta algo así como el 25% de la capacidad de carga. No es que sean más chicos, simplemente un 25% de lo que se les carga desaparece, en una suerte de bodega fantasma que se consume un cuarto de la soja, pellet, expeller o aceite que se embarca.
No se trata de un fenómeno extraño como el de las hamacas de Firmat. Tampoco es una maravilla de la industria naval. Podría parecerse tal vez a un caso de piratería.
En realidad se trata del mecanismo principal de la aplaudida "transferencia de ingresos" que cimenta el "modelo K".
Y eso que Escudé asegura que en estos años no hay nada que se parezca a megadelincuencia estatal.
2 comentarios:
Esos buques, igual que el "modelo" naufragan en cualquier momento
El 50% de los productores venden en negro.
Los exportadores recuperan los millonarios reintegros del IVA con facturas truchas.
Todo es muy turbio en esta tierra de promisión.
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