El conflicto boliviano parece subir un escalón más en su carrera por ahora asintótica hacia el desastre. Como contaba ayer, el presidente en lugar de ponerle el pecho a la crisis, y buscar la pacificación salió a subir la apuesta encabezando él mismo una marcha de apoyo a un proyecto de ayuda social que significa dejar a las regiones del Oriente sin el grueso de regalías petroleras.
En Pando, Beni, Tarija, Santa Cruz, Chuquisaca y Cochabamba, se llamó a un paro total para éste miércoles impulsado por los movimientos cívicos que parecen decir (y así se lee en las pancartas) que se acabó la paciencia.
Es notable ver que en las regiones los manifestantes enarbolan las banderas locales, en tanto los seguidores de Morales se envuelven en la wippala. La bandera boliviana se ve por estas horas bastante poco en las manifestaciones.
Eso si, en las marchas del oficialismo no puede faltar alguna bandera norteamericana para execrar, dada la tradicional solución de imaginar un cuco lejano y ajeno como fuente de todo mal.
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