20 de diciembre de 2007

Libre tránsito



En 1991, cuando se fundaba el Mercosur, Lituania y Letonia acababan de declarar la reafirmación de su independencia, cosa que Estonia hizo apenas un mes antes de la firma del tratado de Ouro Preto.

Polonia atravesaba el segundo año de gobierno de Walesa, intentando la dificil trancisión entre el atrofiado modelo centralmente planificado a la economía de mercado. Hungría veía retirarse a las últimas tropas soviéticas, mientras se extinguía su partido comunista. Todavía -y por dos años más- República Checa y Eslovaquia formaban un único país, que entonces vivía su "Revolución de Terciopelo". Eslovenia apenas existía, independizada después de una breve guerra con las fuerzas federales de Yugoslavia, por entonces en proceso de desintegración.

Pasaron 16 años. Todos estos países, además de Malta, se sumaron hoy al Espacio Schengen, lo que significa que se amplía el área europea sin controles fronterizos que ahora alcanza a 24 países.

Sin mostrar documentos se puede ahora viajar desde Estonia, en el Báltico, a Portugal.

Nosotros, en nuestro "saludable" Mercosur (Reina KK dixit), no hemos logrado que se pueda pasar libremente de Gualeguaychú a Fray Bentos.