10 de enero de 2008

Esquiú


Así como Alberdi, venerado por algunos pocos (muchos sin haber leído de él más que algún párrafo) y olvidado por la mayoría, fue no solo el Alma Mater de la Constitución de 1853 sino de la propia Confederación; Fray Mamerto Esquiú fue uno de sus más fervientes defensores.

Conocida la sanción de texto en Santa Fe, pronunció en Catamarca un célebre sermón en el que después de afirmar que la sola independencia no era suficiente sin Constitución, instó "Obedeced señores, sin sumisión no hay ley, sin leyes no hay patria, no hay verdadera libertad: existen sólo pasiones, desorden, anarquía, disolución, guerra y males ".


El mismo Esquiú, producido el alzamiento de Buenos Aires contra el Gobierno Nacional, y tras la aceptación por Urquiza de las condiciones de paz impuestas por Mitre después de Pavon, mandó publicar en un diario catamarqueño un epitafio para una "ilustre víctima que bien se merece el honor siquiera de la tumba".

En grandes caracteres, como pidió el cura, decía:


Aqui yace la Confederación Argentina
Murió en edad temprana
A manos de la traición, de la mentira y del miedo
¡Que la tierra porteña le sea leve!
Una lágrima y el silencio de la muerte
Le consagra un hijo suyo.


A 145 años de la muerte de ese proyecto, y a 125 años exactos de la muerte de Esquiú, vale la pena recordarlo.

3 comentarios:

Sine Metu dijo...

Ja!
Coincide conmigo que la peor reforma de la CN fue la de 1860

parcass dijo...

Para mi,digamos de los 40 para aca,Alberdi,Sarmiento y muchos oros fueron proscriptos(silenciosamente)fundamentalmente de la educacion argentina.
Hasta no hace muchos anos las obras completas de ambos no existian en ediciones nuevas.
Porque?
ramon cassino

Anónimo dijo...

Fray Mamerto Esquiú tuvo unos huevos de acero al hacer esa defensa de la Constitución sancionada meses antes. Es un ejemplo a seguir, sobre todo por ciertos miembros de la curia que siempre tratan de 'conciliar' y no se juegan. Elevo una plegaria por él.
Multa Paucis