"Haciendo lo mismo, Patrón"

(La historia que sigue me había quedado en el tintero para continuar la serie que inicié a la vuelta de mi viaje de diciembre a Estados Unidos, y viene a cuento del post de Iván de mas abajo y de algún comentario que afirma que ese país "tuvo una gran movilidad"... como si nosostros siguieramos siendo el país del '2o y '30)

Mañana temprano en el sur de Florida, en una de esas urbanizaciones en que las casas parecen fotocopiadas. Aunque en realidad ninguna es igual a la otra, ya que si uno se fija con atención algún detalle las diferencia. Un arco, alguna voluta, un guardapolvo, algo las hace diferentes sin perder el aire de similitud.

Mientras saco la basura, me pasa por al lado rugiendo una enorme Ford F-250 con un trailer. La camioneta se frena prácticamente delante mío, y como en una operación de desembarco se abre el portón del trailer, del que sale andando una cortadora de pasto autopropulsada, enorme. Dos segundos después, para atrás otra F-250. Negra, flamante, doble cabina. Se baja un señor de unos 50 años que le da un par de instruciones al de la cortadora y al chofer de la primera camioneta, que con una tijera eléctrica está por empezar a emparejar el seto de la casa vecina.

Cuando me ve, se toca la gorra y amablemente me saluda en inglés. Le contesto en castellano y enseguida nos ponemos a conversar.

Me cuenta su historia. Mexicano, ingresó como ilegal a Estados Unidos más de 20 años atrás. Siempre trabajando en landscaping (jardinería, bah) ha logrado armar una pequeña empresita familiar. Me cuenta que trabaja con dos hijos, un yerno y un par de empleados. Es el dueño de las dos camionetas, de otra Toyota, y tiene otra cortadora de pasto como ésta, enorme, además de algunos equipos mas chicos.

Hace rato que es ciudadano norteamericano. En el portón de la primera camioneta me muestra orgullosamente sus dos banderas.

Le pregunto que hubiera sido de su vida si no se hubiera decidido a emigrar.

Me mira y se sonríe. "Estaría haciendo lo mismo, Patrón. Cortando la grama a la vecina, como antes de venirme. Pero eso si, con la misma tijera de mano y muerto de hambre".