De los personajes que salieron en los últimos años a opinar sobre el deterioro de la calidad cívica de la Argentina, uno que no me generó mucha simpatía es el rabino Sergio Bergman, que desde que lo subió a un escenario el no-ingeniero Blumberg repite su discurso de manual de Formación Democrática (¿se acuerdan cuando en las escuelas se enseñaba esa materia, o Instrucción Cívica?)
Hoy en Perfil Bergman se destapa con un mensaje menos elemental, y esboza una explicación de las realidad argenta en clave bíblica. Vale la pena.
5 comentarios:
BTW, sigo prefiriendo otro Bergmann
El tipo es útil, suma, coincide con vos en un montón de cosas, sin embargo lo tratás como un felpudo.
¿Para qué?
Bueno, a mí me gusta mucho.
Acá un comentario de una conferencia del rabino
Guillermo, no lo trato como felpudo, me limito a poner en perspectiva que lo que dice Bergman es apenas lo que se enseñaba en Instrucción Cívica. Pasa que dicho desde su envase parece que a cierto sector que añora las progresariedades (neologismo recién acuñado) le cae simpático. Es como un Aguinis New Age, digamos...
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