" Para el gobierno argentino, la negativa a discutir el esquema de retenciones no es solo una estrategia política. El aumento de los derechos de exportaciones es clave para financiar un gasto público que creció más de 45% en 2007 y un 38,8% en los primeros cuatro meses del año. Buena parte del gasto se destina a sostener un esquema de subsidios cruzados que demanda fondos en forma creciente. Solo en energía, el gobierno gastará este año unos US$ 4.500 millones para mantener el retraso en los precios de los combustibles y en las tarifas de gas y electricidad. A eso se le suma que es- te año vencen amortizacio- nes de la deuda pública por US$ 11.200 millones e intereses por otros US$ 4.200 millones. El calendario de pagos del año próximo será aun más pesado."
"Además de su necesidad económica, la aplicación de retenciones se convirtió en los últimos años en una herramienta clave para concentrar el poder. Al no ser coparticipables, los fondos recaudados por retenciones -las proyecciones para este año son de US$ 10.200 millones- pasan a engrosar las arcas del Tesoro Nacional, no de las provincias. No solo eso: el alza de las retenciones tiene el efecto adicional de reducir aun más la recaudación provincial por los impuestos a las ganancias, que sí son coparticipables. Conclusión: hay un gobierno central cada vez más rico y provincias e intendencias cada vez más pobres. Ese cuadro provocó en los últimos años un alineamiento casi absoluto de los estados provinciales y municipales al poder central con el mero propósito de recibir los fondos para solventar sus gastos y financiar obras públicas. "
El análisis completo de El País no tiene desperdicio, y está acá.
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