Aerolíneas Banana

Mas de una vez con Tha Smilin' Leprechaum fantaseamos con largar las respectivas profesiones para dedicarnos a una actividad alternativa: poner una aerolínea. No se rian... la cosa parece un poco complicada al principio, pero si uno consigue los subsidios suficientes (como los rosarinos de SOL) la cosa se encarrila. Hace poco la idea cambió un poco y en cambio pensábamos armar un servicio de aviones bomberos. Pero por ahora la cosa quedó en nada, sobre todo después de ver la eficiencia de los aviones hidrantes de la Piccoloti.
La prueba de que se puede la dió Juan Maggio, que armó Southern Winds en 1996 como línea de alimentación con apenas su know how, muchas ganas, los ahorros de unos cuantos parientes, y la confianza de Bombardier que le alquiló sus primeros Dash-8.
Claro que después se le subió el JP1 a la cabeza y pensó que podía competir en ligas mayores, lo que lo llevó a la debacle y a entregarle el toor las operaciones al kirchnerato, que armó el aborto de SW/Federales. Después vino la valija con merca, pero esa es otra historia.
El asunto es que quedó demostrado que para armar una empresa aerocomercial hace falta bastante menos que 1000 palos verdes, sobre todo en una época en que el material volante se nutre principalmente del leasing.
Ya que tanto dicen que pretenden un país en serio, habría que aprender de lo que han hecho en otros casos en que la célebre y remanida "aerolínea de bandera" quebró.