31 de julio de 2008

Argentina profunda



Conocimos a Tamara (la Flaca) en la provincia del Chaco, en ocasión de uno de nuestros viajes durante el conflicto agrario.
Hoy me mandó un correo, que reproduzco parcialmente:

La situación es desesperante: no tenemos agua.
El acueducto que toma agua del Paraná tiene como treinta años, y la distribución superó largamente la oferta.
Si aumentan la presión, revienta, las uniones están podridas y no tiene arreglo.
Nos acostumbramos a bañarnos -si es que a eso se puede llamar así- con no más de 5 litros de agua por persona, no hacemos correr el depósito del baño cuando hacemos pis, y con el agua del lavado de los platos regamos las plantas.
Ya dijeron que el nuevo acueducto no se hará, que no hay fondos.
Por el suministro sale un chorrito débil y sin presión durante sólo durante un par de horas al día.
Derivamos todo a una cisterna enterrada, y los 50 o 100 litros que se pueden juntar por día -si tenemos suerte- los bombeamos al tanque del techo.
Con eso se tiene que arreglar toda la familia.
No queremos pensar lo que pasará cuando llegue el verano.
Los aljibes nos obligaron hace tiempo a clausurarlos, pero de todas formas tampoco llueve, así que serían inútiles.
En las chacras las represas están secas, y no hay agua para los animales, ni pasto.
En los pozos, las napas están bajísimas, y la poca agua que se consigue es salitrosa, muy amarga, y si baldeás te queda todo el piso blanco por la sal
Y te estoy hablando del centro, la casa que vos conociste.
Ni te quiero contar lo que está pasando en los barrios...


Dicen que la economía es la ciencia que estudia los fenómenos influídos por la escasez, y que se aplica a un sistema cuando sus flujos de energía, materia e información, junto a sus estructuras disipativas, consumen bienes escasos.
Pero lo que me cuenta Tamara no es economía, es miseria.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojo que la sequia que está habiendo no era previsible y los rios ya estan en niveles ridiculos hace más de cuatro años. Y el Chaco y Formosa tienen un problema bravo con el agua porque la tierra sobre el este de esas provincias es un bloque arcilloso y el agua no se absorbe en el piso. Cuando deja de llover, simplemente escurre o se evapora, y el suelo queda hecho un ladrillo. Depende completamente de lluvias regulares para no desertificarse.
Es miseria, pero no es tan facil de solucionar, es un problema estructural. Si no vuelve a llover dudo seriamente que los cauces de agua te provean la cantidad de agua que necesitas aunque se hicieran las obras necesarias.

Raquel Reznik dijo...

Max, mirá esto:

http://www.clarin.com/diario/2008/05/18/um/m-01674918.htm

Anónimo dijo...

¿Y las famosas obras del río Bermejo para cuando?

Andrés

Anónimo dijo...

Raquel, ese es un tema diferente, no tiene mucho que ver con la sequia.