El gran tótem argentino: el intelectual.
Nadie sabe para qué sirve, pero sus opiniones son respetadas reverencialmente cada vez que las vierten en programas de televisión o columnas periodísticas.
No producen riqueza para su país, nunca tienen que rendir cuentas por lo que dicen o hacen. Son incombustibles.
El tema de portada de Página 12 es la reunión de esta cuasi aristocracia del pensamiento con el ex presidente en funciones para que se mostrara poco menos como un Kennedy de las pampas.
Algún día terminarán los días de este monopolio de las ideas que no hace más que enternecerse con cualquier caudillejo que los conquista con algún discurso progre de manual.
4 comentarios:
Es que hay algo muy latino, o frances, en todo esto. Yo creo que los intelectuales sajones reconocen el curso de la vida practica, ven la ciencia y la filosofía como la coronacion de la vida humana, pero no reniegan del trabajo, de la rutina y el hombre de las necesidades simples como parte de si. Sabe que esos son los sustentos de la grandeza intelectual. Como el cerebelo es bastante más primitivo que el cortex frontal del cerebro, pero sin cerebelo no vivimos ni medio segundo. Podriamos decir que es como se ve en psicología, que una personalidad saludable esta compuesta de layers de todos sus momentos evolutivos, y si tiene un buena relacion con ellos es mas solida.
El intelectual latino se divorcia de la existencia humana necesitada, desconoce el trabajo, la rutina, esos dejan de ser emprendimientos dignos para el. Filosofa en el aire, considerando que todos los seres humanos que trabajan son en el fondo pobres diablos, reniega de la produccion, de la actividad económica. En realidad es infantil, no se da cuenta de que el laburante es poderoso porque primero que nada es capaz de dominarse a si mismo. El intelectual este deshonra al laburante porque le quita la validez a toda esa auto disciplina, mientras que ve su propio capricho adolescente como la verdadera libertad. Es como pretender que nuestros padres cuando nos querían enseñar a caminar estaban coartando nuestra libertad.
La unica libertad para este tipo es la inutilidad.
los intelectuales son tiranos despóticos sin poder. Por eso se enamoran de quien lo ostenta y dan una lucha incansable para que el poderoso acate sus instrucciones.
Me hubiera gustado ser un intelectual, pero siempre estuve muy ocupado trabajando.
Excelente, Don Bugman!
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