Hace cinco años, cuando Lula llegaba al poder, cuando Chávez todavía no se había desbarrancado en su delirio de führer caribeño, la foto de Kirchner con los presidentes de la región tenía un gancho publicitario interesante, como promesa de que una izquierda racional era posible en América Latina.
Pasó agua bajo el puente, se sumó a la fiesta Evo Morales que malversó la fantasía indigenista para prometer ahora la "construcción del socialismo", y llegó después el otro cocoliche ecuatoriano reproduciendo las payasadas de su jefe venezolano.
En el medio, Lula ratificó la política brasileña de posicionarse como lider regional, que derivó en un neto acercamiento a los Ocho, con el consecuente encontronazo en la ronda de Doha.
Así que ahora, cuando la presidenta argenta se desvive para juntar en una foto a los mismos que en 2003 significaban un espaldarazo para el Néstor, no hace más que confirmar que lee (o mejor dicho, le leen) un escenario irreal.
Ni que hablar de la foto de mañana, cuando ya sin Lula que se apura en salirse de cuadro, la (vi)reina KK se abrace en Bolivia con Chávez, y con el ekeko. Justo una semana antes de que el voto popular ponga en tela de juicio su continuidad como presidente.
2 comentarios:
No hay que olvidar que Mrs. KK es yeta. Esperemos que su próxima víctima sea el "hombre de color" de Illinois.
Me extraña blogbis. Cómo se les puede pedir que recnozcan los cambios de América del Sur en los últimos tres o cuatro años, si no se avivaron de los cambios del mundo en los últimos 20 o 30???
Francisco P
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