7 de agosto de 2008

The Quixotic Quest for Invulnerability



The premises:

1. The number of potential terrorist targets is essentially infinite.

2. The probability that any individual target will be attacked is essentially zero.

3. If one potential target happens to enjoy a degree of protection, the agile terrorist usually can readily move on to another one.

4. Most targets are 'vulnerable' in that it is not very difficult to damage them, but invulnerable in that they can be rebuilt in fairly short order and at tolerable expense.

5. It is essentially impossible to make a very wide variety of potential terrorist targets invulnerable except by completely closing them down.

The policy implications:

1. Any protective policy should be compared to a 'null case': do nothing, and use the money saved to rebuild and to compensate any victims.

2. Abandon any effort to imagine a terrorist target list.

3. Consider negative effects of protection measures: not only direct cost, but inconvenience, enhancement of fear, negative economic impacts, reduction of liberties.

4. Consider the opportunity costs, the tradeoffs, of protection measures.


Bruce Schneier

4 comentarios:

Carlos dijo...

Es un tema interesante y complicado. Para opinar habría que leer el paper cosa que pienso hacer con la debida parsimonia para no saturarme.

Raquel Reznik dijo...

Dale!
Y después contame tu impresión.

Anónimo dijo...

No me gusta. No tiene en cuenta el factor moral. Desde el punto de vista económico es perfectamente razonable pensar: "bueno, si quieren volar un tren, que lo hagan; con eso no van a causar graves transtornos a la circulación, y podemos comprar otro nuevo". Pero cuando los viajeros de los trenes se sumen en el pánico porque temen ser víctimas, porque se sienten desprotegidos y abandonados por el gobierno que (según ellos) debería protegerles contra cualquier suceso, cualquiera que sea el riesgo, lo que sucede es que caen gobiernos y las viejas políticas quedan relegadas por los nuevos gobernantes llegados al poder al populista grito de "yo sí te prometo que te protegeré". Y vuelta a empezar.

Eso nos pasó en España, pero no dudo de que podría pasar incluso hoy en más de un país. A menos que los gobiernos actuales (y los gobernantes futuros, lo que complica mucho la cosa) hagan de la moral de la población el objetivo prioritario de la protección antiterrorista.

Suponer que el que se lleve años viviendo con riesgo acostumbra a las bombas es falso: en España llevamos con ETA desde antes de que yo naciera, en Madrid nos ha tocado la peor parte, se sabía que se había atentado contra los ferrocarriles con anterioridad, y aun así no hay mas que ver cómo se extendió el miedo tras los atentados del 11-M.

Anónimo dijo...

Yo creo que las religiones extremistas que promueven reacciones violentas al cambio están heridas de muerte, de ahí la violencia. En el ámbito ideológico se exasperan, pero es porque sus jóvenes ven cada vez más pornografía y autos caros en internet. El "cáncer" ya está plantado. Van a perder. Nunca serán buenos perdedores pero van a perder. Y no por las armas, sino por la tentación de la libertad. Por eso ponen bombas, pueden lidiar contra la ocupación violenta, eso es natural para ellos, es casi una forma de vida, pero directv o internet son infinitamente mas efectivas como armas de destrucción masiva contra el extremismo.