4 de septiembre de 2008

Papelón

Mientras la economía española hace agua por todos lados, el gobierno acrecienta el hundimiento con sus medidas.

El Ministro de Trabajo anunció que se reducirán al mínimo las contrataciones de trabajadores extranjeros en origen. Esto significa que no se permitirá contratar extranjeros que estén residiendo fuera de España para realizar un trabajo aquí.

La idea detrás de esto sorprende mucho viniendo de un gobierno de izquierda: los trabajadores extranjeros quitan trabajo a los españoles, por lo tanto, dejemos de contratar trabajadores extranjeros.

El hilo argumental es tan absurdo que hasta los sindicatos se permiten darle lecciones a los responsables de gestionar el país.

3 comentarios:

Louis Cyphre dijo...

Nunca voy a terminar de entender cómo un personaje como Zapatero llegó al poder en un país como España.

Anónimo dijo...

Y encima reelecto. A donde vamos a rajar ahora?

Anónimo dijo...

A mí me cuesta trabajo entenderlo, y eso que soy español. Pero se puede, claro que se puede.

No obstante, a lo que voy, lo del ministro Corbacho. Tanto él como los demás ministros son tan ignorantes que no piensan en crear empleo, desarrollando nuevas industrias, o facilitando la reconversión de trabajadores. No. Su esuqema mental es: 1 trabajador=1 empleo. Y si se destruye empleo, ¿cuál es la solución? Que haya menos trabajadores. Como de momento no pueden liquidar a los parados, la solución trivial es no contratar extranjeros. Aunque eso permita abaratar costes de mano de obra, y por tanto, mantener a flote a las empresas contratistas. Y encima lo rebozan de un patrioterismo paleto que encaja en el egocentrismo de un buen puñado de españoles. Toma nota, Louis, que te doy la primera pista para que lo entiendas: aislacionismo disfrazado de "hacer país".