6 de septiembre de 2008

Sueños imperiales y paneslavismo bolivariano


Cuando vi la foto de Dmitry Medvedev entrando a una reunión de gabinete, atravesando una puerta dorada y escoltada por dos soldados con los nuevos uniformes de gala al estilo zarista, se me ocurrió que la imagen representa cabalmente las veleidades rusas de reconstruir un imperio, aunque "reconstruir" no se si es el témino mas adecuado para un sistema que parecería que nunca fue mas que un sistema de lujo y boato en palacio gobernando en una escenografía de cartón pintado en vastas regiones subdesarrolladas. descripción perfectamente válida también para el breve (en términos de "ciclos largos") interregno soviético.
La farsa del imperio de papier maché ahora suma protagonistas nuevos de este lado del mundo, gracias a la payasada del inefable Huguito Chávez, que primero ofreció territorio venezolano para bases militares rusas y ahora se larga a hacer maniobras navales conjuntas en el Mar Caribe, seguramente como un contrapeso virtual al cuco de la Cuarta Flota.
Al margen que no llego a entender cómo se combina el "socialismo del Siglo XXI" con el feroz mercantilismo postsoviético, tampoco comprendo mucho la sintonía entre el indigenismo del payaso que pretende llamar "América India" al subcontinente con la sanata paneslávica que abraza Moscú para impulsar las intervenciones punitivas en los arrabales de sus viejos dominios.
A la hora de jugar a los soldados, les convendría a los dos nuevos socios militares comprase una edición actualizada del Jane´s.

3 comentarios:

Carlos dijo...

Carlos Fuentes que, como muchos rusófilos de última generación que hemos visto brotar como hongos en nuestras pampas, no afloja en su complejo frente al Uncle Tom-, hoy escrbió en La Nación un canto de amor a Rusia y China (y a Obama)

Carlos dijo...

Quise decir: Uncle Sam.

Guillermo dijo...

Con O'Bamma, el O. J. Simpson negro, tal vez el tío Sam se convierta en Uncle Tom...