22 de octubre de 2008

Alternativas


Cuando Amado Boudou, responsable del área previsional del Gobierno, cerró su discurso de hoy junto a la presidenta de la Nación sentí una fuerte sensación parecida a un 'déja vu'.
El joven titular del Anses aseguró que 'se creará una comisión de seguimiento de los fondos que serán traspasados desde las AFJP al Estado para asegurar el destino de los mismos'.
¿Esto no lo escuchamos ya alguna vez?, me pregunté.
Repasando algunos archivos, llegué hasta 1993, cuando Cristina Kirchner era diputada provincial de Santa Cruz y había lanzado una frase similar.
La por entonces esposa del gobernador provincial dijo, cuando Néstor Kirchner recibió los famosos fondos extraordinarios por regalías mal liquidadas: 'se creará una comisión de seguimiento de estos fondos, para asegurar el destino de los mismos'.
El problema es que durante una década esa comisión jamás se reunió, jamás siguió nada y jamás emitió dictamen o declaración alguna.
Es más, en el 2003, la Cámara de Diputados santacruceña -conocida como 'la cueva de las manos', ya que sus ocupantes sólo se encargan de elevar obedientemente sus brazos cada vez que se los requiere- cerró dicho grupo de supuesto contralor cuyo cuaderno de actas se entregó completamente en blanco.
Los cientos de millones de dólares tuvieron un viaje de una década sin que ningún patagónico tuviera idea de su derrotero, lo que llevó al ex fiscal local Andrés Vivanco a presentar hace pocos días un juicio contra Néstor Kirchner por no haber dado la más mínima información sobre el uso y destino de semejante fortuna, que significaba proporcionalmente una casa equipada para cada familia de ese estado sureño.
Recurriendo a un viejo chiste que suele utilizar el mediterráneo Luis Juez, 'darle el manejo de dinero a los Kirchner es como darle a Drácula el manejo de un banco de sangre'.

Perfil

La botóxica oficializaba hoy el saqueo mientras era fuertemente aplaudida por un público adulador y genuflexo.
De todas formas, la 'oposición' ya empezaba a 'no oponerse':

Eduardo Macaluse -Solidaridad e Igualdad (SÍ)- se refirió al proyecto de estatización de las AFJP: 'Conceptualmente estamos de acuerdo en que haya un sistema de reparto y no uno privado'.

Cuando toda la clase política de un país conforma una asociación ilícita para robar y apoderarse de la propiedad privada de los ciudadanos, éstos tienen sólo dos alternativas: el exilio, o la acción directa.

1 comentario:

Carlos dijo...

La mayoría de la oposición es estatista.
Una vez Stolbizer dijo que con el gobierno no la separaban cuestiones de fondo sino de honradez.