Ayer apareció en los diarios ( y lo magnificó alguna prensa clueless, con foto tremendista) una noticia que en un país normal no hubiera merecido ni un sueltito: la prueba por parte de la Armada de dos misiles Aspide, que en lugar de dispararse en algún momento de su vida útil, se vencieron en algún depósito y tras haber quedado la Flota de Mar inerme, a alguno se le ocurrió reciclarlos cambiando el propelente.
No se si hace falta agregar que este sistema de armas se incorporó a la ARA con los destructores Meko (Clase Almirante Brown) a principios de los 80, cuando las Commodore 64 hacían furor, dicho esto para que quede en claro que aun con un sistema de búsqueda de avanzada para la época desde aquel entonces tanto las ECM como las protecciones activas de los blancos aéreos cambiaron un poquito.
Lo raro de este asunto es que algo que mas que orgullo merece cristiana resignación sea manejado como un logro, como el reverdecer del Pulqui.
No sería nada raro que sea una opereta para tapar algún fiasco. Como por ejemplo, la noticia que me llega por mail, aún sin confirmar, que la recién reparada fragata ARA Libertad (reciclada por el Montonero Urién y su astillero bonaerense) en su viaje de reinauguración andaría arrastrándose de puerto en puerto, dejando atrás una estela aceitosa que la hace un visitante incómodo, a raíz de una rajadura en el prensa del eje principal.
5 comentarios:
Chau víbora. Cambiás de nombre pero no de IP.
Revisé prolijamente la página del ITEFA y algo está fallando en ese instituto. No se incluye entre sus actividades académicas el dictado de cursos acerca de "derechos humanos de terroristas y delincuentes". Tome nota sra. Cabernet.
Creo que una mancha de aceite es un pequeño precio a pagar por la recuperación de la Dignidad a vela.
No solo son viejos los Aspide, además son italianos, con los cuales podríamos hablar de arte, pizza y pasta...pero no de la guerra.
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