22 de octubre de 2008

Paradoja



La nieta del hermano de Herman Goering, jefe de la Fuerza Aérea alemana durante la Segunda Guerra mundial, visita Israel.

La culpa la ha perseguido a esta mujer durante años. Hasta llegó a someterse a una esterilización porque "No quería traer monstruos al mundo".

Curiosa resolución es la de someterse a los mismos métodos que aplicaba el régimen que apoyó su propio abuelo. Y por las mismas razones que esgrimía el nazismo: el miedo a los frutos de la descendencia.

* La foto pertenece al documental Bloodlines.

4 comentarios:

Canzoneri, Claudio I. dijo...

Creo que esta señora se equivocó respecto a renunciar a traer hijos por temor a que sean monstruos.
Evidentemente, ella no es un monstruo y perdió la oportunidad de entregar al mundo hijos bien educados y advertidos sobre el error totalitarista provenga de donde provenga. Que sean o no monstruos, no depende de lo que hayan sido o hecho sus ancestros.

Lamentablemente se carga culpas que no tiene, y lo malo hubiera sido transmitirlas a sus hijos.

Esta opinión la emito como un pensamiento en voz alta, aquí, entre nos, sin deseos de que se la tome más que como parte de una reflexión tenga o no algún grado de razón.
De ninguna manera critico ni juzgo la decisión de esta mujer.

Saludos.

Anónimo dijo...

Claudio, no estoy seguro. bastante loca está para hacer eso.

Javier Bazán Aguirre dijo...

Estoy de acuerdo con Claudio. Un determinado ambiente produjo mousntruos. De lo contrario, sería caer en determinismo. ¿Y por qué no adopto niños?

Martín Benegas dijo...

que mina enferma.