28 de noviembre de 2008

Buena vida



Las noticias sobre urbanizaciones de villas de emergencia en Argentina me hacen recordar el argumento de la película Buena vida delivery.

Recomiendo ver la película.

El protagonista hospeda a su novia en su casa para acabar invadido por la familia de ésta. El padre de la chica emprende un negocio y termina instalando una fábrica de pastas en el medio del comedor de la vivienda del desgraciado protagonista.

Todo esto es contado en un tono de comedia grotesca.

Lo más patético es cómo la familia de la chica va invadiendo la propiedad de a poco y el padre justifica totalmente convencido su accionar.

Tal como ocurre en la realidad, el protagonista empieza cediendo para que que después, cuando es ya muy tarde, se dé cuenta de que lo que era suyo ya no lo es más en los hechos.

Los ocupantes no sólo materializan su invasión sino, que en su completo convencimiento de que lo que es del otro ahora es de ellos, acaban legitimando la usurpación en su propia consciencia.

2 comentarios:

marisa lopez dijo...

no la vi, pero por lo que contas, deberia ser obligatoria

Rāḥēl Reznik dijo...

Eso no es el matrimonio?